Quizás fuimos demasiado rápido. No sabíamos que Daniel Reposo había respondido a las críticas de los que se oponen a su designación diciendo que se trataba de una campaña de desprestigio en su contra (click). Y el jefe de la bancada kirchnerista, Miguel Pichetto, quizás tenga razón al decir que “Algunos senadores de la oposición han adelantado su rechazo a la designación de Reposo antes de la audiencia pública, lo que confirma que su objetivo es intentar bloquear al gobierno de la Presidenta que obtuvo el respaldo del 54 por ciento de los argentinos en octubre pasado”, y elogia la actitud de otros legisladores, como la salteña Sonia Escudero, del peronismo disidente, que anunció que esperará a la audiencia para “no prejuzgar” (click). Finalmente, en otra de sus augustas filípicas el distinguido senador Aníbal Fernández sostuvo que las críticas a la designación de Reposo "son una estupidez y una payasada" (click). De ahí que se nos ocurriera: ¿por qué en la audiencia pública en el Senado no le dan un caso estándar de los que trata la Procuración para que lo resuelva durante la audiencia? ¿No sería una buena manera de despejar las dudas? Es lo que sucede en todo concurso judicial, y lo mismo ocurre con los docentes. Hablando de concursos docentes, quizás en el futuro haya que utilizar el criterio de Pichetto (click): cualquiera que no haya cometido delitos ni acciones inmorales es apropiado para el cargo (menos mal que en Filosofía del Derecho el año pasado no usaron este criterio, pero este año lo vamos a usar).
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