miércoles, 31 de diciembre de 2014

Les deseamos una Secretaría Pythonesca y un muy Feliz 2015!

Un blog tan popular como La Causa no podía terminar este 2014 sin repetir la entrada más popular del año: Secretaría Pythonesca. Muy Feliz 2015!




No se puede describir con una sola palabra el nombramiento de Ricardo Forster como Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Se trata de una decisión polémica, controversial, incisiva, desafiante, a contrapelo, audaz, agónica y agonista. Parafraseando al nuevo Secretario, es un viento refrescante que airea lo que de otro modo sería una asfixiante realidad miasmática, y seguramente contribuirá a que la flecha de la historia continúe su marcha.

Sin duda, una Secretaría del Pensamiento es el lugar ideal para alguien como Forster. Si hay alguien que cree en el valor intrínseco del pensamiento, por no decir de los intelectuales, es él. Muy recientemente nos ha hecho saber que hoy en día estamos mejor que en los noventa debido a que, entre otras cosas, ahora los intelectuales participan masivamente en política, a diferencia de lo que sucedía antes. Claro que semejante actitud reivindicatoria de los intelectuales es esencialmente un prejuicio bastante extraño. Hubo intelectuales que apoyaron incondicionalmente al estalinismo y al nazismo. En realidad, el valor de la actividad intelectual depende de cómo es realizada y qué fines persigue. Se supone que un intelectual, sobre todo, debería ser consciente de eso.

Para algunos el cargo mismo es contradictorio, o tiene reminiscencias del Ministerio de Andares Tontos (“The Ministry of Silly Walks”) de Monty Python. En efecto, ¿tiene sentido acaso hablar de pensamiento nacional? ¿El pensamiento tiene fronteras? Y aunque las tuviera, otros recordarán que la especialidad de Forster no es exactamente el pensamiento nacional, sino la obra de Theodor Adorno, Walter Benjamin, Gershom Scholem y la cábala, lo cual provocará cierta perplejidad en quienes se dedican a la historia de las ideas nacionales, y sobre todo entre quienes esperaban que alguien más cercano al pensamiento nacional, como Norberto Galasso, accediera a dicho cargo.

Además, dado que la tarea principal de la nueva secretaría es la de “diseñar, coordinar e instrumentar una usina de pensamiento nacional”, muchos se preguntarán cómo se pone en marcha una usina de pensamiento. ¿Se emprenderán acaso proyectos multilaterales con los países vecinos como Yaciretá o Itaipú? ¿Se verá esta usina afectada por los cortes de electricidad en casos de picos de alto consumo? En realidad, quizás sea una muy buena señal que un gobierno nacional y popular designe a un especialista en la cábala al frente de una Secretaría del Pensamiento; semejante decisión quizás ayude a que a la Selección le vaya bien durante el inminente Mundial. La presencia de Benjamin y Scholem en el Gobierno asegura, por lo demás, que el viejo chauvinismo vernáculo quedará reducido al mínimo.

Para quienes crean que el cargo no es contradictorio sino antes bien redundante por no decir peligroso u orwelliano debido a que ya existen varias instituciones dedicadas al pensamiento (por ejemplo, las universidades nacionales), valga otra paráfrasis de las palabras de Forster (que él mismo empleó para referirse al legado de Néstor Kirchner): a veces hace falta subvertir las “formas” institucionales para devolverles una legitimidad perdida.

Otros se concentrarán en el hombre antes que en el cargo. En efecto, alguien podría objetar la designación de Forster debido a su militancia, en particular porque Forster cree, a la usanza de los antiguos jesuitas, que todo buen militante debe criticar lo que dice un enemigo, sólo porque lo dice el enemigo. De hecho, no faltarán los que comparen desfavorablemente la designación de Forster con la de Roberto Mangabeira Unger en Brasil hace unos años como Secretario de Planificación de Largo Plazo por Lula. En efecto, Lula designó a Mangabeira no sólo porque era un intelectual destacadísimo sino además y fundamentalmente porque Mangabeira había denunciado a su gobierno como el más corrupto de la historia, y sin embargo Mangabeira se fue del gobierno de Lula acusado de haber sido cooptado.

En este punto, sin embargo, el Gobierno lleva las de ganar. En este país no nos interesa el largo plazo. Además, para no perder tiempo y evitar la acusación la cooptación de un crítico acérrimo, designó directamente a un fiel militante como Forster a quien la corrupción no le preocupa demasiado. En efecto, Forster ha manifestado que, y aquí citamos de memoria, el patrimonio de Lázaro Báez “no me importa un carajo”. En todo caso, Forster cree que la corrupción, en lugar de ser una grave preocupación, corresponde a “las opacidades de la política y de la gestión estatal”.

Por lo demás, algunos de sus detractores se quejan de que Forster confunde el pensamiento profundo con la adjetivación copiosa o de que su obra, particularmente sus participaciones en la esfera pública, individualmente o como miembro de Carta Abierta, es incomprensible. Forster ha atribuido esta crítica al anti-intelectualismo de quienes no le perdonan leer a autores “que escriben demasiado difícil y oscuro y se niegan a dejarse engullir como una papilla de fácil digestión”. De ahí que su designación indica que el Gobierno podrá ser nacional y popular pero se muestra reacio a tomar el camino facilista de designar un funcionario que pueda ser comprendido sin mayores dificultades por sus conciudadanos. Antes bien, para guiarnos en el pensamiento convoca a un intelectual cuya obra a muchos les cae como un mondongo un mediodía de verano, para seguir con la metáfora introducida por Forster.

Quién sabe, por otro lado, quizás esta Secretaría para el Pensamiento Nacional nos ayude a pensar definitivamente mejor a la hora de votar.




Fuente: http://bastiondigital.com/notas/el-ministerio-de-los-andares-tontos

martes, 23 de diciembre de 2014

La Querella de los Historiadores


Cuándo no, los medios opositores, como si ello fuera posible, se han propuesto desprestigiar a uno de los grandes think tanks nacionales y populares, ni más ni menos que al Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego (a partir de ahora INRHAIMD, para ganar espacio), a esta verdadera academia de inigualable excelencia, y todo a raíz de un par de dimes y diretes, a pesar de que estos últimos son constitutivos de toda institución venerable, sobre todo si alberga a personalidades tales como Pacho O'Donnell y Felipe Pigna, entre otros. 

En efecto, estos mismos medios jamás hicieron referencia alguna, por ejemplo, a otras discusiones que han tenido lugar en el seno de instituciones similares al INRHAIMD. ¿Cómo sabemos que Aristóteles no dejó la Academia de Platón por desavenencias personales? ¿Y qué decir de la discusión que sacudió a la Académie française en 1687 con motivo de la así llamada querella de los Antiguos y los Modernos, todo por el poema de Charles Perrault sobre el “Siglo de Luis el Grande”?: 

« La bella antigüedad fue siempre venerable
Pero yo no creí jamás que ella fue adorable.
Yo veo a los Antiguos sin plegar la rodilla [le genou]:
Ellos son grandes, es verdad, pero son hombres como nosotros [comme nous];
Y se puede comparar, sin miedo de ser injusto,
El Siglo de Luis con el bello siglo de Augusto ».

Sin embargo, nadie se mofa de la Academia de Platón ni de la prestigiosa Academia Francesa (ni tampoco de Rácing, mal que nos pese). Y así como los miembros de la Academia hacían pública su lealtad a Luis XIV, es más que comprensible que el INRHAIMD haya publicado una solicitada en la que repudian la falta de “lealtad a Cristina” por parte de aquellos miembros que, como el Señor Víctor Ramos, no tuvieron mejor idea que recurrir “a la prensa hostil al gobierno” para ventilar los trapos sucios, como si Ramos no supiera que semejante conducta “no es otra cosa que complicidad con los intereses más concentrados y corporativos, con los fondos buitres y los enemigos históricos del pueblo argentino”. Ni qué hablar si alguien compusiera un poema sobre "La Década de Cristina la Grande" y se atreviera a compararla con nuestro Augusto.

Además, el Sr. Ramos, nuevo Catilina si los hay, ha denunciado que “La Cámpora se viene comportando como la Policía Política de la Secretaría de Cultura, analiza los historiales de persona por persona, cuestiona a los docentes que considera que no están en ‘la línea’ como el caso del calumniado profesor Mario Casalla. Y ahora revisa la renovación de los contratos, uno por uno, Franco Vitali [Secretario de Políticas Socioculturales del Ministerio de Cultura] personalmente”. Según Ramos, increíblemente, "nuestros peores enemigos" no son "Luis Alberto Romero, ni Beatriz Sarlo", sino que se trataba de "lacras" que "estaban adentro". 

Por si esto fuera poco, Ramos acusa a la Señora Ministra de Cultura, Teresa Parodi, de haber discriminado al Dorrego para beneficiar al otro gran think tank kirchnerista, la SECOESPENAC (Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional): “Ricardo Forster y Carta Abierta no tuvieron problemas de vientos ni tempestades y mucho menos de flujos financieros para todas sus actividades y su esplendoroso y promocionado: Congreso Argentino y Latinoamericano”. Finalmente, Ramos defiende al “espíritu crítico” y cree que “la diversidad no debilita, sino lo contrario”. Después de todo, quienes politizan hasta las multas de tránsito no pueden indignarse por un poco de política en el INRHAIMD. Faltaba solamente que Ramos dijera que al lado de Cristina, Luis XIV parece Jürgen Habermas, a juzgar al menos por cómo tomaba sus decisiones consultando con su Corte, y que la democracia no se agota en el gobierno de la mayoría.

Como era de esperar, uno de los miembros más prestigiosos—si no el más prestigioso—del INRHAIMD, Hernán Brienza, ha salido a la palestra, aunque de modo renuente. En efecto, ya había alertado “en forma privada sobre esta situación hace unos meses”, pero infructuosamente. Ahora no tuvo otra alternativa ya que no tiene “interlocutores válidos ni siquiera ante la ministra de Cultura”. En otras palabras, Brienza se ve forzado a llevarle a la Presidenta otro “dolor de cabeza como los injustificables e innecesarios desafíos por parte de alguno de los miembros a la flamante ministra de Cultura, Teresa Parodi”.

Auto-crítico como de costumbre, Brienza hace su mea culpa: “Quienes integramos el Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego no hemos cumplido con las expectativas de la presidenta de la Nación. Incluso, le hemos llevado alguno que otro dolor de cabeza como los injustificables e innecesarios desafíos por parte de alguno de los miembros a la flamante ministra de Cultura, Teresa Parodi”.

Sin embargo, Brienza generosamente no se reserva la crítica para sí mismo y le lleva un nuevo dolor de cabeza a la Presidenta, aunque esta vez justificable y necesario: “un necesario futuro liderazgo debería estar a cargo de alguien con la capacitación intelectual y académica necesaria para llevar adelante esa empresa”. En otras palabras, Brienza tiene la valentía de denunciar a quien designó el liderazgo anterior, i.e. a la mismísima Presidenta de la República.

Y si bien tiene un genuino desafecto por lo que él llama “internas palaciegas” (¿no así por las "intrigas palaciegas"?), él nos advierte que si por ventura Ana Jaramillo, “actual rectora de Lanús”, fuera designada al frente del Instituto, Brienza se “vería en la obligación de renunciar al Instituto, no por ella, claro, sino por algunos de sus mezquinos laderos”. Quienes detectaran aquí cierta contradicción deberían agregarle el hecho de que Brienza ya había renunciado al Instituto. Quizás sea éste un homenaje de Brienza a aquella boutade de Groucho Marx: "Me gustaría que trabajara para mí, así podría despedirlo".

Ojalá que nuestros intelectuales nacionales y populares sigan adelante con proyectos tales como el INRHAIMD y la SECOESPENAC, sin caer en las garras del tonto prejuicio según el cual semejantes empresas no son sino veleidades burguesas y elitistas. Nuestra Historia y nuestro Pensamiento no podrían estar en mejores manos.  

viernes, 19 de diciembre de 2014

La Argentina no es el Congo



Hubo una época en la cual se creyó que la opinión pública consolidada era indispensable para contar con una verdadera democracia, debido a que la opinión pública cumplía funciones insustituibles de control del gobierno, incluso del democrático. Semejante posición no solamente fue defendida por el liberalismo y el republicanismo durante el siglo XIX sino sobre todo por los propios jacobinos durante la revolución.

Por ejemplo, según El Tribuno del Pueblo del 1ro. de enero de 1790, “La opinión pública es la clase de ley por la que todo individuo puede ser el ministro” (citado en Pierre Rosanvallon, La contrademocracia, p. 53). Asimismo, el Club des cordeliers anunciaba que uno de sus principales objetivos era el de “denunciar al tribunal de la opinión pública los abusos de los distintos poderes y todo tipo de ataque contra los derechos del hombre” (op. cit., p. 56). Es más, Marat, como periodista, llega a decirles a los representantes de la Comuna de París: “Soy el ojo del pueblo, ustedes en el mejor de los casos son el dedo meñique”, como si un periodista pudiera ejercer un poder de control de tipo democrático.

Sin embargo, uno de los tantos logros del discurso kirchnerista ha sido el de poner sobre el tapete la noción misma de opinión pública y su función de control sobre la democracia. Ciertamente, el kirchnerismo no ha sido completamente original al respecto, sino que ha tomado prestada una hoja del libro cesarista-bonapartista. En efecto, para el cesarismo el pueblo no necesita de garantías contra el poder dado que el cesarismo emana del pueblo mismo. ¿Para qué controlar cuando no hay nada que controlar? Tal como lo ha constatado recientemente Hernán Brienza (citando de hecho la obra de Rosanvallon), el pueblo argentino no desconfía de su gobierno (click). Solamente a un jacobino se le pudo haber ocurrido que el pueblo tiene que controlar al gobierno.

En defensa del jacobinismo y su infundada insistencia en la necesidad del control, como si la corrupción fuera una enfermedad letal para la democracia, habría que decir que el jacobinismo no pudo haber anticipado la emergencia del kirchnerismo, es decir, un discurso capaz de dar lugar a un gobierno que no necesita control ya que es incapaz de apartarse de la ruta democrática (¿no ha ganado hasta ahora todas las elecciones presidenciales?) y, sobre todo, un gobierno que es incapaz de cometer acto alguno de corrupción (a menos que creyéramos en las patrañas del periodismo golpista).

Finalmente, y por si hiciera falta, quienes todavía cantan las loas de la opinión pública no deberían olvidar por qué ha triunfado la resistencia soberana contra la extorsión de los buitres. 

En efecto, el Presidente del Congo, Denis Sassou-Nguesso, quien fuera acusado de dictador, xenófobo y asesino, dio el brazo a torcer frente a los buitres apenas éstos denunciaron, por ejemplo, los gastos de su familia y de las comitivas presidenciales en el exterior (vae victis!). Los buitres, a su vez, enceguecidos por su éxito extorsivo, creyeron que la Argentina es como el Congo, como si nuestra opinión pública estuviera tan preocupada por la corrupción como lo está la opinión pública del Congo. Craso error. Nuestro gobierno no se deja influir por la opinión pública y/o a nuestra opinión pública mayormente no le interesa la corrupción. Por suerte para nuestra soberanía, la Argentina no es el Congo.


sábado, 13 de diciembre de 2014

¿Nazismo gráfico u Originalidad creativa?


La Presidencia de la Nación ha tomado una excelente decisión: celebrar hoy, 13 de diciembre, el día de la democracia. No tenemos sin embargo la menor idea de por qué se festeja el día de la democracia un 13 de diciembre, aunque cualquier día es bueno para celebrar a la democracia. Dicho sea de paso, Ramiro Rosler nos recuerda que el 13 de diciembre es la fecha del fusilamiento de Dorrego. Quizás se trate entonces de un homenaje oblicuo del Instituto Histórico homónimo.

Por si alguno notara que el póster ni siquiera menciona a la festejada, i.e. a la democracia, bastaría responder que aquello que es tan obvio que no necesita ser mencionado, precisamente no necesita ser mencionado. ¿Desde cuándo las tarjetas de invitación a un casamiento mencionan siquiera casamiento alguno? ¿Quién no recibió alguna vez invitaciones cuyo único texto son frases tales como "El lenguaje es la casa del ser" o "¡Qué bien que hicimos en traer a Pisculichi!"?

Nos preocupa sin embargo la ola de malentendidos que se ha propagado por las redes sociales, según la cual el póster del Partido Justicialista de la Ciudad de Buenos Aires (PJCABA) es una burda imitación de la propaganda nazi, por ejemplo:



No nos extrañaría que muy pronto se sumara al malentendido el viejo adagio de la monarquía francesa (y algunas de sus funestas repercusiones tales como la Matanza de San Bartolomé y la revocación del Edicto de Nantes) y actual eslogan de la poco democrática Acción Francesa:


En efecto, la similitud de la estructura del contenido proposicional de los tres afiches es notable (sin mencionar a Dios para de ese modo mantener la simetría, pero invirtiendo el orden del póster para ser fieles al adagio monárquico):


Cristina
Hitler
Acción Francesa
Un pueblo
Un pueblo
Una fe
Un proyecto
Un imperio
Una ley
Una conductora
Un conductor
Un rey



Dado que ni el nazismo ni la Acción Francesa son precisamente paradigmas de la democracia (aunque el nazismo llegó al poder democráticamente, al menos en el sentido minimalista o kirchnerista), la asociación entre el contenido de los eslóganes permite que el kirchnerismo caiga en la misma bolsa de la lógica del uno o de la soberanía omnipotente, indivisible, infalible e irresistible. Todo aquel que siquiera disienta con ella es por definición un enemigo sea del pueblo o un hereje. Y todo merced a la asombrosa similitud textual de los eslóganes. 

Sin embargo, no deberíamos dejarnos llevar sin más por la similitud textual, ya que, como inmortal y muy didácticamente lo mostrara el Pierre Menard de Borges, dos textos idénticos pueden dar lugar a obras diferentes gracias, v.g., a la intención del autor y al contexto del texto. Asimismo, en este blog hemos mencionado innumerables veces al personaje de Sacha Cohen en "El Dictador", para quien se puede hablar de "fascismo" y no en el buen sentido de la palabra. 

Pero el obstáculo insuperable para creer que el póster del PJCABA es una burda imitación de la propaganda nazi es que para poder imitar algo hay que conocerlo, y dudamos que el equipo creativo del PJCABA siquiera haya oído hablar del nazismo, y si lo hizo, indudablemente no entendió de qué se trata. De otro modo, no se hubiera expuesto a ser un muy fácil blanco para la crítica (aunque a veces subestimamos la crisis de nuestro sistema educativo). Quienes politizaron una infracción de tránsito seguramente entenderán la repercusión política de un póster semejante. 

Hablando de ignorancia, también hemos dicho varias veces en este blog que quienes tildan de nazi al Gobierno por la creación de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional ignoran que si bien el nazismo contó con dependencias estatales destinadas a la propaganda, la censura, al cine, etc., al nazismo jamás se le pasó por la cabeza contar con una dependencia estatal para el pensamiento. En el país de Heidegger semejante secretaría habría sido inconcebible. Y otro tanto se aplica a creer que el abuso de la cadena nacional por televisión es nazi o fascista. Durante el nazismo y el fascismo no había televisión. Hablando de Ricardo Forster, dado que hace poco declaraba que "El peligro de la época es reducir la estética del cine a Hollywood", nos provoca curiosidad saber cuál es su posición respecto al nazismo gráfico. 

La inferencia más probable, entonces, es que los encargados de la publicidad del PJCABA merecen todo el crédito de haber creado un eslogan increíblemente similar a los usados por los nazis (entre otros movimientos notoriamente antidemocráticos) sin haberse basado en el nazismo (o en la Acción Francesa para el caso). En efecto, en una cultura obsesionada con la romántica aspiración a la originalidad autorial, cada generación debe remontar obstáculos cada vez más mayores. Y el equipo creativo del PJCABA ha triunfado donde varios fracasaron, aunque irónicamente el culto a la originalidad les impida gozar del crédito artístico que merecen. Todo sea por la autonomía del arte.  

   

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Estado de Derecho, Delito político y Terrorismo



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jueves, 4 de diciembre de 2014

¿Fueron los Fueros?


Las corporaciones mediáticas y sus esbirros electorales quieren hacernos creer ahora que la Presidenta de la República contempla la posibilidad de presentarse en las próximas elecciones como candidata a diputada del Mercosur, para poder contar con fueros constitucionales que la protejan del hostigamiento corporativo-judicial del que ha sido objeto hasta ahora y que algunos prevén se extenderá luego de que termine su actual mandato presidencial. Por suerte, el Jefe de Gabinete, el gran Contador Capitanich, ha despejado toda duda al respecto al negar rotundamente que “el voto popular del Parlasur busque inmunidad” (click).

Como si no fuera suficiente la imputación de semejante bajeza, de esta verdadera capitis diminutio a la primera mandataria (como si ella hubiese jamás contemplado siquiera rebajarse de este modo), este infundio viene acompañado por la no menos absurda hipótesis según la cual la Presidenta, a la izquierda de la cual se encuentra la pared como bien ha sostenido ella misma memorablemente desde un balcón interno de la Casa Rosada, podría considerar formar parte de una lista con el candidato presidencial del establishment, i.e. Daniel Scioli. No en vano el Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional y asesor de pensamiento for export ha manifestado una y otra vez a quien deseara oírlo que Scioli no representa en absoluto al modelo kirchnerista (que el árbol no tape el Forster).

Ahora bien, aunque supusiéramos exclusivamente en aras de la argumentación que esta imposible hipótesis tiene asidero alguno, no es la primera vez que un estadista se ve obligado por la fuerza de las circunstancias a manejarse estratégicamente a la caza de fueros debido a que es objeto de una persecución injusta.

En efecto, sin que importara el éxito de su campaña militar en la Galia, Julio César fue víctima de la persecución de sus adversarios políticos en el Senado—el parecido quita el aliento—que querían quitarle “el beneficio concedido por el pueblo”. Es más, “dicen que [César] había temido que se le obligara a rendir cuenta de las acciones que realizó en su primer consulado en contra de los auspicios, las leyes y el veto de los magistrados, pues Marco Catón [homónimo del blog] anunciaba muchas veces, incluso bajo juramento, que le acusaría en cuanto licenciara su ejército, y todo el mundo pronosticaba que, si volvía como un particular, tendría que defender su causa ante los jueces… con un cordón de hombres armados” (Suetonio, Vidas de los Césares, I.30). Fue por eso que César prefirió que se desatara una guerra civil antes que ceder su mando y perder sus fueros y de ese modo comparecer ante los tribunales (aquí un clip de Senado TV).

Yendo ahora a los EE.UU., cuyo gobierno reveladoramente planea matar a nuestra Presidenta tal como ella misma otra vez nos lo hiciera saber, en la película “Bienvenidos a Mooseport”, un ex-presidente (Gene Hackman) decide presentarse a una elección local como intendente en un pequeño pueblo de Maine solamente para ahorrar dinero en la búsqueda de una vivienda (si no hay tiempo ver por favor desde 0:24 hasta 0:42):


 

- [presentador] Demos la bienvenida a nuestro ex-presidente de los EE.UU. Monroe "Eagle" Cole
- [Cole] En relación al rumor que estoy aquí solamente porque perdí mi casa en Baltimore en mi divorcio...
- [esposa] es solamente la punta del iceberg / [Cole] ladrona, conspiradora
- [Cole ]... es absolutamente cierto.

De todos modos, y completamente in arguendo, sería completamente normal que un presidente luego de dos términos consecutivos de mandato buscara mantenerse en algún cargo público (sea en un concejo deliberante o el Mercosur) para no perder ritmo, y de paso con algún que otro fuero. Además, los fueros que se supone busca nuestra Presidenta no pueden provocar una guerra civil como los de César ni persiguen su auto-interés material como hacen los imperialistas estadounidenses, sino que solamente busca un refugio frente al incesante hostigamiento corporativo de la justicia penal. Que sea justicia.