El tribunal deberá determinar si Breivik es o no penalmente responsable de sus actos, ya que nunca negó la autoría de los hechos, en cuyo caso sería ingresado en un psiquiátrico; o si era consciente de sus actos, con lo que alcanzará a recibir la pena máxima de 21 años de prisión, prorrogables de forma indefinida. Hasta acá la descripción de los hechos (fuente).
Ahora bien, ¿se trata o no de un delito político y/o de un delincuente político y/o un acto de violencia política? Para dilucidar esta primera pregunta hay que tener en cuenta que decir que un acto fue cometido mediante violencia política o ideológica y por lo tanto que se trata de un delito político no implica necesariamente excusarlo o justificarlo (como sucedía durante todo el siglo XIX y bastante del XX, y se lo beneficiaba con asilo, entre otras cosas), bien podría ser al revés (piénsese si no en el genocidio o terrorismo, estatal o del "sector privado"). En efecto, hay teorías agravantes y atenunates del delito político (habíamos hablado de esto acá y acá). Es más, hasta un anarquista podría suscribir a la tesis del agravante y mostrar la superioridad moral del delito común, con obvia la salvedad de que para el anarquismo el autor de los mayores delitos políticos es el Estado mismo. La cuestión en realidad es: ¿es mejor o peor la violencia política que la criminal? ¿Depende de la ideología en cuestión? En todo caso, está fuera de duda que el homicidio en sentido estricto es injustificable, algo que ni siquiera este nazi niega ya que alega que no cometió homicidio sino que actuó en defensa propia--hecho que hace dudar de su salud mental. Por lo demás, sólo un pacifista absoluto podría oponerse a toda violencia, incluso la ejercida en defensa propia.
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