jueves, 13 de abril de 2017

Toda la Historia pero no todos los Peronismos



Roberto Tito Cossa publicó ayer una muy interesante nota en Página 12 acerca de la necesidad de conocer "toda la historia" (https://www.pagina12.com.ar/31215-toda-la-historia). Por supuesto, para poder emitir un juicio sobre algo primero hay que conocer toda la historia.

Llama la atención, sin embargo, que Cossa sea capaz de distinguir tan tajantemente entre el gobierno peronista del 55 y el del 73-76. En efecto, por un lado, Cossa sostiene que a pesar de que el del peronismo en el 55 era un "Gobierno democrático y de mayorías", "elegido por amplia mayoría en elecciones limpias y seguía teniendo apoyo de, por lo menos, la mitad de los habitantes de este suelo", sin embargo fue derrocado, para no decir nada de los bombardeos terroristas del 55 cometidos por la fuerza aérea.

El punto de Cossa es que la violencia anti-democrática del 55 explica y justifica el hecho de que creciera luego "la convicción de que la única forma de alcanzar una democracia real era mediante la lucha armada". Además, los tiempos eran propicios para tomar ese camino ya que "los vientos internacionales, inspirados en la Revolución Cubana, estimulaban a muchos jóvenes a tomar el fusil".

Por el otro lado, por alguna razón (hay que reconocer que esa época no había tantos medios como ahora) esa juventud que surgió como una reacción ante el régimen anti-democrático post-55 no advirtió que en el 73 el peronismo había retomado el poder mediante elecciones democráticas (es decir, era tan "democrático y de mayorías" como el segundo gobierno peronista), ya que no hay otra manera de explicar la comisión de actos de violencia política por parte de la insurgencia peronista (dicho sea de paso, la violencia insurgente no peronista en todo caso queda exenta de haber incurrido en contradicción alguna ya que no parecía estar mayormente interesada en la democracia: la democracia está tan sobrevalorada).

De ahí que si bien Cossa repudia claramente el golpe del 55 por anti-democrático no parece sentirse siquiera molesto con la violencia peronista anti-democrática posterior al regreso de la democracia en el 73. No advertimos entonces cuál es la diferencia entonces entre el golpe del 55 y la violencia peronista entre el 73 y el 76 (la cual claramente se alzó en armas durante un gobierno democrático) capaz de explicar la distinción moral hecha por Cossa. Después de todo, tanto la violencia del 55 cuanto la violencia entre el 73 y el 76 tuvieron lugar en ocasión de gobiernos democráticos y peronistas.

Quizás Cossa insista en que si bien quizás "la estrategia [de la lucha armada], por lo menos en la Argentina, no era la adecuada", sin embargo, como se trató de "jóvenes que lucharon por un país mejor y muchos de ellos dieron la vida" entonces sus actos fueron justificados. Llama la atención sin embargo que la edad (juventud), la meta (un país mejor) y la disposición a morir por la causa hagan la diferencia ya que Cossa mismo reconoce que la estrategia no era adecuada, es decir, que no era posible lograr la meta que se habían propuesto los actores. La imposibilidad de lograr el acto debería ser suficiente para poder impugnarlo, para no entrar en discusiones morales y para no decir nada acerca de la viabilidad del comunismo en general.

Por lo demás, tampoco conviene alegar en una discusión moral razones de tiempo ("en aquella época...") o de espacio ("en Cuba...") ya que hoy algunos suelen usar armas químicas en ciertos lugares y no por eso tenemos una buena razón para imitarlos.

De hecho, incluso suponiendo que un régimen comunista fuera un país mejor (una "democracia real" como dice Cossa) y viable, con el criterio de Cossa, si bien bajo el kirchnerismo vivíamos en un país casi inmejorable, con una economía de matriz diversificada con inclusión (la pobreza llegó a bajar al 5 %) sin embargo como podía pensarse en un país mejor (quizás siempre se pueda vivir en un país "mejor") entonces al menos los jóvenes (aunque quizás solamente los peronistas) según Cossa podrían haberse alzado en armas contra la democracia kirchnerista en aras de un país mejor con tal de haber estado dispuestos a morir.

Finalmente, un joven estalinista no tendría mayores problemas en dejar morir de hambre a decenas de millones de campesinos ya que se trata de un medio para lograr un país mejor. Convendría recordar que la juventud, el deseo de un país mejor y estar dispuesto a morir por sus ideas son elementos que también podrían figurar, v.g., en la descripción de las acciones de quienes se inmolaron en las Torres Gemelas. Oscar Wilde, en cambio, decía que del hecho que alguien esté a dispuesto a morir por sus ideas (y agregaríamos, sobre todo a matar por ellas) no se sigue necesariamente que tenga razón. Quizás la presunción deba ser la inversa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El peronismo nunca fue republicano. En ese sentido está bien la comparación con el estalinismo. Lo que importa es lograr "un país mejor" tal como ellos lo entienden. Si otro tiene una idea razonable pero distinta sobre el bien del país, peor por el/ella.

Eduardo Reviriego dijo...

No podemos menos que agradecer a Cristina su decisión de dar a publicidad el homenaje que le hicieron lo científicos; los medios no dieron a conocer esa noticia, probablemente por razones de pudor.
Pero el agradecimiento debe de ser doble, puesto que ahora sabemos que, por la atracción que por el papel moneda, que siempre sintieron los kirchenristas, y la identificación con los insectos, se explica por qué están todos procesados: el Raid® Papel Insecticida, es efectivo.