sábado, 7 de marzo de 2015

Preguntas kirchneristas frecuentes

En la habitual reunión de los viernes del equipo de redacción del blog surgió lo que entendemos es una muy válida inquietud acerca de la última nota escrita por Eduardo Anguita (A la caza de los espías). Su muy moderado kirchnerismo no solamente debe haber hecho dudar a más de uno si sigue siendo kirchnerista, sino que además tiene un tono decididamente propedéutico o didáctico, a tal punto que despierta bastante curiosidad saber a qué público se dirige. Como suponemos que las épocas venideras se harán la misma pregunta, para facilitar la comprensión futura precisamente hemos decidido poner en contexto las opiniones de Anguita en términos de las preguntas a las que parecen responder o de las inquietudes que parece satisfacer.

- ¿No fue una excelente decisión por parte del Gobierno la de otorgarle la jubilación a Stiuso, a quien considera ser el autor de varios delitos, entre ellos la muerte de Nisman, amén de haber espiado a opositores, jueces (si es que hay alguna diferencia), etc.? (Otro tanto, por supuesto, se aplica a Milani, quien en lugar de ser jubilado directamente fue designado Jefe del Ejército).
R: “Oscar Parrilli salió a cazar a Jaime Stiuso: dio la patente de la Cherokee negra que trasladó al espía más importante de la década en su cruce a territorio uruguayo tras declarar –como testigo– ante Viviana Fein y que salió de la fiscalía sin que pesara ninguna acusación sobre su vínculo con el fallecido Alberto Nisman. Es decir, el Gobierno no aclara qué sospechas tiene sobre la relación entre el espía y el fiscal sino que carga sobre Stiuso con una acusación temeraria que, de ser cierta, indicaría no sólo el descontrol de los agentes de inteligencia, sino que éstos están vinculados a narcotraficantes. (…). Lo que denuncia Parrilli lleva a pensar que lo de pinchar teléfonos sin permiso a políticos opositores… es un juego de chicos al lado de hacer contrabando o estar asociados al narco”.

- Hmmm, puede ser. Pero ¿Arroyo Salgado, como Stiuso, siempre estuvo en guerra con Eurasia, no? Es decir, ¿siempre fue un agente del grupo Clarín, o no?
R: “Arroyo Salgado llegó al juzgado de San Isidro en el momento más álgido de la causa por la identidad de Marcela y Felipe Noble. Ella llegó por ser la esposa de Nisman, también apoyada por Stiuso, en un momento donde claramente los agentes de Inteligencia tallaban en esta historia. Quedará por saber si Stiuso y compañía creían en que Felipe y Marcela eran hijos de desaparecidos o simplemente alentaron una versión que era funcional a la pelea que el Gobierno daba contra todas las zonas oscuras del Grupo Clarín. La jueza ordenó en diciembre de 2010 que se tomara una muestra de sangre de ambos por vía compulsiva. Era, por entonces, una enemiga de Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de Noble”.

- Bueno, como dice Mempo, ¿quién no tuvo alguna vez un "claroscuro" o una “metida de pata”? Así y todo, es innegable que el Gobierno se condujo con mucho tacto en relación a la familia de Nisman. ¿O estuvo mal el Gobierno al tratar a Nisman como un delincuente, incluso después de muerto, y en ignorar a su familia, sobre todo a sus hijas?
R: “Así como estuvo ausente la idea de declarar duelo o de darle las condolencias a la familia de Nisman, está ausente en el Gobierno una iniciativa que muestre una vocación por la transparencia institucional y por mejorar los órganos de control”.

- Dejemos las reglas de etiqueta y vayamos a esta malsana obsesión de querer aplicarle el Código Penal a los funcionarios del Gobierno. ¿Obviamente el Código Penal es un arma golpista, no? ¿Quién puede siquiera sospechar de un Gobierno como el nuestro? ¿No equivale a dudar de la honestidad misma de Cristina, que es buena, todopoderosa e infalible? Además, Diana Conti ya había explicado que para hacer política hace falta tener mucha plata.
R: “hay una buena cantidad de expedientes abiertos que tocan de lleno a funcionarios de primera línea. La pregunta, una vez más, es si las distintas causas que se tramitan son un golpe o constituyen un escenario similar al que ya ocurrió en otros procesos electorales de la región sin ningún tipo de quiebre institucional. Concretamente el caso de Brasil y Petrobrás es el más elocuente”.

- Todo lo que Ud. quiera, pero ¿qué hacemos si insisten con el partido judicial y el golpe blando? ¿Los vamos a buscar a sus casas? ¿Les mandamos a la AFIP (algún impuesto deben pagar los jueces, o van a pagar quizás en el futuro) como solemos hacer con la oposición, o directamente usamos palos y gases?


“El oficialismo no puede hacer otra cosa que mantenerse en los mecanismos constitucionales, (…). No sólo porque algunos de estos magistrados eran considerados cercanos a la Casa Rosada, sino porque básicamente no hay manera de sortear los mecanismos institucionales. La idea de rodear a la Presidenta para defenderla de los embates es bien recibida por un sector importante de los votantes K pero, al mismo tiempo, genera rechazo en buena parte de la sociedad. Mostrar tranquilidad es la mejor manera de transmitir que los funcionarios no tienen nada que ocultar y, sobre todo, que están dispuestos a rendir cuentas de sus actos”.

- O sea que la idea no está tan mal en sí misma, sino que genera rechazo en la sociedad. Quizás en un futuro sea mejor recibida, o volvemos a sacar el 54 %  de los votos o más: la dejamos entonces para más adelante. De todos modos, es innegable que existe una obsesión de aplicar el Código Penal a los funcionarios. ¿Está prohibido cometer delitos, incluso si el Gobierno otorga una asignación universal por hijo mediante un decreto?
R: “La idea extendida es que la corrupción es un mal más allá del color político. (…). Los logros, importantísimos, en inclusión social o derechos humanos, no son un escudo para eludir otros temas. Es más, se corre el riesgo de que se bastardeen esas conquistas a los ojos de parte de la sociedad.”.

- Entiendo. El problema entonces, otra vez, no es que esté prohibido cometer delitos, sobre todo por parte de los funcionarios públicos, sino que queda mal o pone en peligro la reputación política del Gobierno o incluso la de los derechos humanos. ¿Pero está mal también entonces decir que Lorenzetti es un general golpista, como dijo el diputado Juan Manuel Pedrini, o pedirle el juicio político, como ya están anunciando algunos diputados kirchneristas? ¿La Corte Suprema sirve para algo en un sistema democrático? ¿Los jueces federales no deberían pertenecer todos a Justicia Legítima?
R: “el intento de desacreditar al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, por parte de algunos legisladores oficialistas, es muy negativo en un terreno en el que Néstor Kirchner fue un ejemplo: cumplió con todos los mecanismos institucionales para modificar la composición del máximo tribunal de Justicia argentino. A diez años de aquello es mejor valorar el avance que entrar en una interna que amenace con crear confusión sobre lo que es democrático y lo que no lo es”.

Vale la pena reconocer que las preguntas a las que responde Anguita no solamente son las mismas que nos hacemos nosotros sino que son compartidas, por supuesto, por distinguidos intelectuales como Mempo Giardinelli o ese verdadero intelectual colectivo o  colectivo de intelectuales que es Carta Abierta.

No tenemos ningún empacho en reconocer que estamos viviendo bajo lo que quizás sea el mejor Gobierno de nuestra Historia. Pero entonces es innegable que semejante hecho da muchísimo que pensar tanto sobre nuestros Gobiernos cuanto sobre nuestra historia.