Los intentos de sus fanáticos para descubrir en cuál hotel se aloja Marguerite han provocado una fuerte reacción por parte de los hoteles, por no decir la ira de sus administradores y preocupación en sus dueños y accionistas. En efecto, todos los hoteles más caros de la ciudad de Buenos Aires han sido objeto de verdaderos asedios, bloqueos, piquetes, para lograr verla, al menos que saliera al balcón. Más allá de si administradores y accionistas tienen razón en sus quejas, es comprensible que hayan cedido ante la presión de los huéspedes de sus hoteles, qué decir del Gobierno de la Ciudad y su preocupación por la repercusión de estos verdaderos movimientos populares sobre el tránsito y el humor de la ciudad. Por todo lo cual nos vemos obligados a reconocer que la actitud de los fanáticos nos ha conmovido, que nos preocupa el bienestar de los huéspedes así como de la ciudad en su conjunto y que es hora de decir la verdad: Marguerite no está alojada en un hotel. Con esto esperamos descomprimir la situación. Sabrán comprender que fue sólo por razones de seguridad que hemos mentido al respecto y no animadversión hacia persona alguna. Por otro lado, es un reconocimiento al esfuerzo de los fanáticos y una manera de darles una última esperanza para tratar de encontrarla en estas 24 hs. Pero más no podemos decir.
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