sábado, 3 de diciembre de 2016

Acerca de Rozitchner, Carta Abierta y Monty Python



Siendo las diez y cuarenta y dos del día sábado 3 de diciembre de 2016, una serie de eventos sucedidos a último momento han provocado una reunión de emergencia del Consejo Editorial de La Causa de Catón para evaluar qué medidas tomar en épocas tan turbulentas como las que estamos atravesando.

En efecto, a juzgar por la entrevista a Alejandro Rozitchner realizada por Diego Sehinkman y publicada hoy en La Nación (click) el plagio cometido contra Ricky Sarkany por la carnicería cordobesa “Sankarny” (click) no es un rayo en un cielo estrellado sino que se trata de una verdadera plaga que está azotando nuestro país y que no solamente es un ataque deliberado contra el ingenio popular que nunca descansa sino que además constituye un gravísimo atentado contra la seguridad jurídica.

En verdad, en dicha entrevista Rozitchner sostiene que “Carta Abierta es un fenómeno mal comprendido. Es un fenómeno humorístico como el grupo Monty Python. Es una especie de producción humorístico intelectual”. A esta altura nuestros lectores habituales no necesitan evidencia alguna para corroborar nuestra acusación (o al menos eso esperamos). Pero, tal como dice Mirtha Legrand, dado que “el público se renueva” (o al menos eso esperamos), precisamente por eso invitamos a los lectores a que echen un vistazo a las etiquetas del blog que prueban el descarado plagio cometido por el Sr. Rozitchner: Carta Abierta, Forsteriana, Horatiana, para no decir nada de verdaderos fenómenos intelectuales off-Carta Abierta como Hernán Brienza (Brienzana) y Mempo Giardinelli (Giardinelliana).

Es por estas razones que La Causa de Catón le ha encomendado a su Departamento de Legales que inicie las acciones precisamente legales correspondientes que pongan al impenitente Rozitchner en su lugar, sin perjuicio de la intervención de los fueros civil, penal y contencioso-administrativo, haciendo plena reserva del caso federal y del recurso por ante los tribunales internacionales pertinentes si por ventura la Justicia Nacional irónicamente no hiciera Justicia a nuestra querida Causa.

Hablando de acciones legales, dado que el Sr. Rozitchner confiesa tener “una visión hippie”, venir del “del rock [y de la] la marihuana” y alega tener una [sic] “formación… filosófica”, anticipando que el aludido pretenda escudarse en dichas desventuras, hacemos asimismo plena reserva del inicio de acciones legales contra el movimiento hippie internacional y en particular los hippies de Plaza Francia, el rock en general (cuyos efectos nocivos quedan confirmados por las afirmaciones en juego), la familia Escobar y los carteles mexicanos de la droga y finalmente contra la Universidad Central de Venezuela, institución que por inferencia asumimos es la responsable de las acciones del Sr. Rozitchner. Dejamos en manos del Departamento de Legales si la conducta del Sr. Sehinkman puede ser subsumida o no bajo el tipo penal de la complicidad e incluso eventualmente encubrimiento.

Quedan Uds. debidamente notificados. Se hará Justicia (o al menos eso esperamos).



3 comentarios:

Anónimo dijo...


Interesantes las causas legales, Andrés.

Personalemente estoy ansioso esperando que el testeador de republicanismo diga algo sobre la ley modificada por decreto pocos meses después de la aparición de empresas offshore que, dijeron, generaron bienes a la familia presidencial pero no al mismo presidente.

abrazo!

Andrés Rosler dijo...

Muchas gracias por el comentario Anónimo. Para matizar la espera acá hay un tester de republicanismo que puede ser utilizado por cualquiera, ni siquiera hace falta dedicarse a la teoría política: http://lacausadecaton.blogspot.com.ar/2016/05/quiere-saber-si-ud-es-republicano-test.html.

Eduardo Reviriego dijo...

Los abogados de Rozitchner, enterados de las amenazas de juicio, manifestaron que en realidad el primero en plagiar a Monthy Python, fue La Causa de Catón, y que por lo tanto, al existir ese precedente, y considerando que se debe aplicar al caso el derecho inglés, no se habría cometido ningún delito.