lunes, 8 de septiembre de 2014

¿Qué hay en un Nombre?



En Página 12 de ayer, Ricardo Forster, Secretario de Estado para la Coordinación del Pensamiento Nacional, sortea airosamente otra vez todos los escollos que la pérfida oposición ha puesto en el camino de su flamante cargo (click). En efecto, repasemos al pensador en acción.

1. Forster tiene toda la razón del mundo en que su Secretaría no es "fascista" o "totalitarista". Como hemos dicho en innumerables ocasiones, ni los nazis tuvieron una Secretaría del Pensamiento.

2. Invocando a Shakespeare, Forster parece preguntarse: ¿qué hay en un nombre?: "El nombre es algo que connota, que supone una forma de definir el orden de las cosas, pero es también algo que debe ser interpretado. La secretaría tiene un nombre que puede parecer complicado y creo que a ese nombre hay que resignificarlo". En otras palabras, el nombre de la Secretaría no tiene nada que ver con la función de la Secretaría. Hay que ser bastante estúpido para creer que quien crea una nueva Secretaría de Estado tiene tiempo para ponerse a pensar en el nombre, o el que nombre de tener alguna conexión con la misión principal de la Secretaría. Lo importante es que la Secretaría haga lo que tenga que hacer, no cómo se llama.

3. Hablando de lo que tiene que hacer la Secretaría, Forster, cuya tarea es la de coordinar el pensamiento nacional, sostiene que una de las misiones principales de su Secretaría es la de "poner en discusión incluso la idea misma de qué es el pensamiento nacional". Sólo alguien que creyera que, v.g., para poder coordinar el tránsito habría que saber primero qué es el tránsito, podría entonces dudar del éxito de esta misión estatal.

4. Preguntado acerca de si es posible o deseable que el "pensamiento nacional sea coordinado desde el Estado", Forster, habiendo aclarado miles de veces que el nombre de la Secretaría no tiene nada que ver con la Secretaría, responde que "No lo es. Pero no se trata de una coordinación en ese sentido, sino de generar los espacios, juntar a los que no se juntan, tener una mirada que reconozca el papel de la intención política y cultural, que reconozca la complejidad de las tramas". Es una pena entonces que el nombre no haya sido el de "Secretaría para la Coordinación Estratégica de la Complejidad de las Tramas".

5. Forster, siempre incisivo, sostiene que "Cuando un nombre genera tanta ofuscación es porque toca un nervio". Nos preguntamos si Forster daría semejante respuesta si le preguntaran por el oprobioso epíteto de "yegua" que algunos utilizan al hablar de política nacional.

6. Para Forster otra de las misiones de la Secretaría "es... poner a dialogar a Martínez Estrada con John William Cooke, a Sarmiento con Casullo". Es decir, la Secretaría va a hacer exactamente lo mismo que cualquier Universidad Nacional por ejemplo, o cualquier Universidad para el caso.

7. Forster no es tonto. Su Secretaría "no va a intervenir en la interna política, no es su misión y no está bien que lo haga". Ya bastantes problemas electorales tiene el kirchnerismo como para que Forster saliera a apoyarlo en las presidenciales del año que viene.

8. Finalmente, y acerca de Scioli, Forster aclara que "Tiene todo el derecho a presentarse como candidato, pero a mí me interesa que emerjan otras candidaturas". Y preguntado acerca de si existe un precandidato kirchnerista, Forster responde que "Me parece que eso sólo puede surgir en la medida en que haya una confluencia". En otras palabras, Scioli tiene derecho a presentarse y el kirchnerismo va a elegir un candidato que piense como los kirchneristas. Si la tautología fuera deporte olímpico, la medalla de oro sería argentina inexorablemente cada cuatro años.

Hay que aprovechar al máximo esta Secretaría y este Secretario mientras dure. Quién sabe lo que hará el próximo Gobierno.

1 comentario:

Eduardo Reviriego dijo...

Más que interesarse por lo que hay en un nombre, es fijarse si figura en el presupuesto.