sábado, 14 de junio de 2014

Código Penal mata Relato



En su nota de hoy en Página 12, Mempo Giardinelli (MG) sale en defensa del Gobierno en ocasión de la discusión originada por el caso Ciccone (click). Sus argumentos básicamente giran alrededor del tema de "Clarín Miente", con algunas ligeras e interesantes variaciones, aunque igualmente inefectivas.

En efecto, MP sostiene (1) que "más allá de las responsabilidades que eventualmente le correspondan, es obvia la intencionalidad política de quitarlo de la línea de sucesión constitucional y anular cualquier futuro político que él pudiera tener" (el subrayado es nuestro). Además, la Corpo se está vengando por las AFJP.  

Para MG, entonces, "Clarín Miente" se ha transformado en "Clarín dice la verdad pero sólo para satisfacer sus propias ambiciones políticas" (habíamos visto que hasta Boudou reconoce que Clarín a veces dice la verdad: click). Se trata de lo que en ocasión de Carta Abierta 13 habíamos llamado "la tesis de la motivación contraproducente" (Carta Abierta 13).

Según este criterio hiperkantiano, no podríamos denunciar a un vecino criminal de lesa humanidad si nuestra motivación última fuera no cruzarlo en el ascensor, y/o deberíamos oponernos a la participación de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial, ya que lo que efectivamente movió a los EE.UU. fue el hecho de que sus posesiones en el Pacífico estaban amenazadas, y no porque, v.g., estaba teniendo lugar un Holocausto. Además, hasta ahora al menos el art. 34 del Código Penal entre las razones por las cuales podemos quedar exentos de responsabilidad penal no incluye la de ser enemigo de las corporaciones, o ser amigo del pueblo para el caso. Una eventual reforma del Código podría ser aprovechada para incluir nuevas causales de justificación.

La segunda variación de "Clarín Miente" es que (2) según MG "la corrupción se ha convertido en el sello más oscuro de la democracia, y no por creación del actual gobierno sino por esa vergonzosa, infame tradición política que se generalizó con la dictadura militar y en particular desde el menemismo". En otras palabras, en nuestro país la corrupción es una tradición, y a nadie se le ha ocurrido castigarla, al menos hasta ahora. 

Ahora bien, decir que existe una tradición es sólo comprobar un hecho. También puede existir una tradición de hacer desaparecer personas, y no por eso vamos a defenderla. Pero lo más notable es que lo que para MG son "flancos débiles [del Gobierno] sobre todo en materia de corrupción", son delitos contra la administración pública y por eso están penados. En otras palabras, parafraseando a Jacobo Winograd, Código Penal mata Relato, e incluso mataría al mejor Gobierno de la historia. 

Quejarse de que existe una tradición por la cual un delito como el de "corrupción" no ha sido castigado aún en realidad es dar el mejor argumento para empezar a castigarlo. Es precisamente el desajuste entre la realidad y la norma lo que explica en primer lugar la necesidad de la prohibición. En cuestiones como éstas, alguien tiene que tirar la primera piedra. Y Clarín, gracias al Gobierno, algún día hasta podría enorgullecerse de que si no fuera por el terrorismo mediático, jamás nos habríamos enterado de las denuncias por corrupción. La ironía mayor sería que Clarín fuera el que ayudara a la Justicia a vendarse los ojos. 

El tercer argumento es una variación conocida de "Clarín Miente" que consiste en que, en muy pocas palabras, (3) no hay oposición. En efecto, el problema según MG es que Clarín "se hace un festín en casos como el de Boudou" ya que Boudou "no puede ni podrá, y lo sabe, con periodistas expertos en ocultar y mentir –antes showmen que informadores–, que son los que formatean las cabezas y los discursos de casi toda la dirigencia opositora, tan camaleónica, hipócrita y carente de principios sólidos". 

La réplica es obvia. Si hay o no oposición lo decide el electorado, el cual bien podría votar a los "suplentes" como los designaba antes la Presidenta o a los "formateados" como los llama MG, en cuyo caso MG tendría que tragarse la píldora de la democracia, tal como muchos otros tuvieron que tragársela. Por lo demás, con formateo y todo, y Clarín a toda marcha, Cristina Kirchner obtuvo el 54 % hace nada más que dos años.

Finalmente, MP pone en duda al juez Lijo, por sus decisiones en otros casos. Suponemos que así como Campagnoli está siendo investigado por mal desempeño en sus funciones, otro tanto sucederá con Lijo, si es que le cabe el sayo. Después de todo, Boudou no puede quejarse de persecución judicial. Ya se deshizo de un Procurador General, un juez y un fiscal. MG puede dormir tranquilo.

1 comentario:

Andrés Rosler dijo...

Muchas gracias a Bárbara Hiertz por habernos advertido del error! "MP" hacía las veces de "MG". Queda corregido.