miércoles, 1 de mayo de 2013

Parafraseando al General, al Final somos todos Republicanos


En el fondo, bien en el fondo, de hecho, casi al final del corte de la película hecha por Adrián Caetano, nos enteramos de que Néstor Kirchner era un republicano. En efecto, desde 1:31:30, Kirchner en la Convención Constituyente de Santa Fe en 1994 se quejaba de que en lugar de debatir con él y persuadirlo sobre un cambio en un dictamen, una mayoría producto de un acuerdo peronista que involucraba a Alfonsín le había impuesto un dictamen sobre el federalismo decidido a sus espaldas. Parafraseando a Kirchner, esa mayoría había "parado la democracia". Además, Kirchner se quejaba de quienes negaban el disenso y conculcaban el federalismo. Pero él mismo confiaba en que en algún momento, en el futuro por supuesto, las cosas iban a cambiar, que el movimiento iba a convertirse en "verdaderamente democrático". En el fondo, entonces, no sólo era republicano sino un optimista incorregible. Lo más curioso es que Caetano había creído que este Kirchner republicano, que hablaba de los bonos de Santa Cruz y que aparecía con Menem y Manzano, era material para una película oficialista. Como diría Borges, Kirchner no es el único incorregible entonces. Si no abre acá abajo, la película se puede ver en youtube y acá.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es el mismo Kirchner que hablo de soberania con la privatizacion de YPF??

Andrés Rosler dijo...

Es muy probable, pero por las dudas vamos a consultar nuestros archivos.

Eduardo Reviriego dijo...

Ese es el nuestro gran problema: solo los opositores son republicanos. Puede que alguna vez aprendamos que el que gobierna también debe serlo (y seremos felices).

Andrés Rosler dijo...

Nos atrevemos a dudar de si los opositores son verdaderamente republicanos, e incluso de si con un gobierno republicano seríamos felices. Sí habría menos corrupción.

Eduardo Reviriego dijo...

Andrés:
Lo decía en el sentido de que solo se acuerdan de la República, cuando son opositores, cuando llegan al gobierno se hacen los distraídos.
Siempre recomiendo la lectura de las memorias del Fiscal Molinas (*), nombrado durante el gobierno de Alfonsín, donde cuenta sus desventuras cuando comenzó a investigar la corrupción de ese gobierno, la maniobra de senador de La Rúa, para limitar sus funciones y otras yerbas. Después llegó Carlitos y, sin más trámite lo echó y a otra cosa. La República: ausente.
Un sistema republicano permite publicitar los actos de gobierno, obliga a rendir cuentas, controla el gasto público, permite la existencia de órganos de control y juzgamiento de los actos de los funcionarios, y demás, que no creo nos hagan más felices, pero por lo menos el pueblo no será, como siempre, el pato de la boda.
(*)Molinas, Ricardo y Fernando. Detrás del espejo. Beas.Bs. As. 1993. Páginas 131 y sgts.

Andrés Rosler dijo...

Ese día cerramos el blog, nos quedamos sin trabajo. O pasamos a hablar de la tendencia congénita del republicanismo a moralizar la política, pero eso es un lujo que nos podremos dar cuando el republicanismo sea políticamente relevante.