sábado, 7 de abril de 2012

Que Garzón nos perdone



Pero vamos a hacer una comparación entre su caso y el de Boudou (lo cual, sin duda, es un sacrilegio). Pero, con toda la furia, como se solía decir antes, y con un "big if" (o varios mejor dicho), las consideraciones son básicamente las mismas. Por si hiciera falta aclararlo, tener la ideología política incorrecta tampoco da derecho a cometer delitos. Ya que estamos, una nota muy buena sobre la situación de nuestro vicepresidente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que la moral está en las circunstancias. Cuando se investigó a Siemens durante el gobierno del Dr. De la Rúa, sabiendo que dependíamos ad extremis del beneplácito de la corte del FMI (que a su vez tenía ciertos funcionarios en su jerarquía con intereses en que no se sepa al respecto), deberíamos haber actuado en ese sentido (un silencio cómplice) para lograr poder de presión y negociación efectiva. Ahora, cuando los vicios de degradación institucional, corrupción estructural y decadentismo económico abruman a nuestro país, esta causa abierta es un buen momento para herir el epicentro de un poder mafioso (y de paso condenar a un niño mimado que se prendió en todos los negocios devenidos de su posición en la función pública).

Andrés Rosler dijo...

Cicerón cree lo mismo que vos: "Sucede, …, en determinadas circunstancias que lo que de ordinario se tiene por inmoral se advierte que no lo es. Cítese por vía de ejemplo un caso, que pueda aplicarse a otros muchos. ¿Qué crimen puede ser mayor que matar, no digamos ya a un hombre, sino a un familiar? ¿Acaso, en consecuencia de ello, si uno mata a un tirano, aunque sea pariente, queda comprometido moralmente por el delito? No le parece ciertamente así al pueblo romano, que lo juzga el acto más hermoso entre las bellas acciones que pueden realizarse" (De Officiis, III.19).

Anónimo dijo...

Interesante! Un sensato golpe al orgullo saber que uno no es tan original, jaja. Ahora, le cambio de tema radicalmente.. ¿Qué opina sobre esto de la ideología correcta? ¿Por qué uno siente tanta adrenalina y frescura leyendo a Marx/Foucault/Lenin/etc? Personalmente me considero un liberal de izquierda (posición políticamente correcta, lamentablemente). Sin embargo, leer esta modalidad de autores (izquierda) me genera mayor placer que otros, que seguramente son igualmente enriquecedores en términos intelectuales (liberales/conservadores). Tengo varias teorías personales: 1) el vivir en un contexto de ligereza y transgresión posmoderna; 2) una timidez e inacción práctica, que me lleva a disfrutar de la acidez y la incorrección, dado que lo siento como una necesidad pedagógica para superarme; 3) (relacionado con (2)), un estilo nietzscheano de satisfacción de pulsiones vitales mediante la lectura, digamos. ¡Gracias al anonimato, puedo consultar algo que creía destinado a callar por siempre! Cobarde, pero sincero.

Andrés Rosler dijo...

Sobre gustos no hay nada escrito. Lo extraño es que tenemos ideologías porque nos parecen correctas, y no al revés. Lo mismo les sucede a las teorías psicológicas que explican por qué nos atrae una teoría.