lunes, 4 de agosto de 2014

Escudos Humanos, demasiado Humanos

Llama particularmente la atención el reconocimiento público hecho por Hamas no sólo del uso de escudos humanos para defenderse de los bombardeos israelíes, sino además del éxito de dicha táctica:



En efecto, para que exista algo así como una justificación del uso de escudos humanos, dicho uso debería ser racional o efectivo, lo cual depende de los escrúpulos morales de quien nos ataca. Por lo cual, Hamas, créase o no, a su modo rinde un homenaje de cierta clase a Israel. En todo caso, Israel no puede ser tan diabólico como suele ser descripto por Hamas, ya que si lo fuera Hamas no podría usar escudos humanos con éxito.

La razón que Hamas obviamente invoca en favor del uso de escudos humanos es que es víctima de una agresión y no tiene recursos militares alternativos. Sin embargo, el hecho de que estemos luchando por una causa justa no implica que absolutamente cualquier cosa que hagamos sea por lo tanto justa (de hecho, da la impresión de que no exista causa alguna capaz de justificar cualquier cosa). Por otro lado, sucede también el escenario inverso: quienes pelean por una causa injusta tienen derecho a defender a sus propios no combatientes en caso de que sean atacados incluso por quienes pelean por la causa justa.

Por lo demás, habría que recordar que en el caso usual del escudo humano, quien lo emplea no tiene ninguna relación con él, mientras que Hamas usa a sus propios connacionales como escudo humano. De ahí que una razón más apropiada podría consistir en que los escudos humanos de Hamas actúan voluntariamente; sin embargo, este hecho puede justificar el comportamiento de escudos adultos, pero no el de los menores de edad. Alguien podría insistir en que estos últimos son de la misma nacionalidad que sus dirigentes. ¿Se sigue entonces de este hecho que Hamas puede disponer de ellos a voluntad? Quienes creen que Hamas puede atacar no combatientes de otras nacionalidades (i.e. puede cometer actos terroristas) muy probablemente crean que es obvio entonces que pueda disponer de todos sus connacionales. Pero quienes se oponen al terrorismo no pueden justificar algo semejante.

Quedaría la alternativa intermedia según la cual Hamas tiene éxito con su política de escudos humanos no porque evita la muerte de no combatientes (antes bien quizás logre lo contrario) sino porque le hace un daño irreparable a la imagen de Israel ante la opinión pública internacional. Sin embargo, es obvio que el requisito de la racionalidad o efectividad también impide que esta alternativa tenga sentido. Nuevamente, de manera paradójica, para que funcionara esta variante Israel debería preocuparse por su imagen ante la opinión pública y por lo tanto demostrar al menos cierta escrupulosidad moral. Y si a Israel no le importara, el uso de escudos humanos sería injustificable.

Por si hiciera falta aclararlo, Hamas no es el único precisamente con dificultades normativas por así decir. La única manera que tienen los Estados de mantener viva la distinción entre la guerra y el terrorismo en la época de la guerra total y de la tecnología es la doctrina del doble efecto, según la cual, dicho muy mal y muy pronto, el ataque contra no combatientes está justificado cuando no es deliberado sino un efecto colateral, previsto pero no deseado, del acto de guerra. Sin embargo, esta doctrina del doble efecto suele ser acusada no sin razón de ser en el mejor de los casos una racionalización al servicio de los Estados, y en el peor, lisa y llanamente una perversión. De ahí que sólo quienes todavía creen en la doctrina del doble efecto pueden sostener que Israel no comete actos terroristas, y quizás ni siquiera ellos.

Finalmente, Hamas podría tener un as en la manga, al menos en términos consecuencialistas, si se tratara de una organización cuyo fin fuera eliminar precisamente a todos los Estados, los cuales se suponen son la fuente de toda violencia. Sin embargo, Hamas puede ser muchas cosas salvo una organización anarco-pacifista. Quiere destruir el Estado de Israel pero a la vez tener uno propio e islámico, con lo cual seguirá usando la violencia, como cualquier otro Estado.

10 comentarios:

Truman dijo...

Bueno, ni South Park había llegado más allá del "caso usual del escudo humano": https://www.youtube.com/watch?v=AQnEBSwdAXw
(el general no sabía de la Emancipation Proclamation)

Lo que no me queda claro es lo siguiente: Si la doctrina del doble efecto es insostenible, entonces quizás la táctica de Hamas sí sea exitosa, ya que inevitablemente convierte a Israel en una organización que comete actos terroristas, y alcanza así una especie de paridad moral.

Andrés Rosler dijo...

Muy bueno el video de South Park. Respecto al éxito de Hamas para lograr una equiparación moral, no parece ser lo que está diciendo el portavoz. El portavoz supone que la equiparación no sólo no es necesaria sino que no existe porque Hamas es moralmente superior a Israel. Pero con independencia del punto de vista de Hamas, hacer quedar a un enemigo como terrorista usando escudos humanos (propios o ajenos) sería una victoria pírrica. Israel siempre quedaría mejor parado en tal caso.

Truman dijo...

Es cierto. Lo que yo discutiría es el punto de que las bajas civiles, si se trata de escudos humanos, convierte automáticamente al atacante en terrorista.

Andrés Rosler dijo...

Mr. (o Ms.) Truman, fue su ejemplo, no el nuestro. Pero es cierto que no es automática la implicación. Por otro lado, queda el camino de entender al terrorismo en términos instrumentales y luego ver si está justificado o no (como proponen Igor Primoratz y Uwe Steinhoff), con independencia de quién actúa y por qué lo hace.

Mr. Truman dijo...

Mr. Rosler, lo que quería discutir es su afirmación de que Israel comete actos terroristas. Aunque en principio estaríamos de acuerdo en que Israel está "mejor parado" que Hamas. Por otro lado ¿Qué sería entender al terrorismo en términos instrumentales?

Andrés Rosler dijo...

(1) Lo único que separa a Israel del terrorismo es la doctrina del doble efecto, y la relevancia moral que esta última le da a la distinción entre previsión e intención. Sin duda que la distinción existe; la cuestión es si tiene semejante valor moral como lo supone la doctrina del doble efecto. (El derecho penal, v.g., es mucho más estricto en comparación que el derecho de la guerra, ya que criminaliza actos negligentes por ejemplo, i.e. actos que incluyen previsión pero no intención. En cambio, el derecho de la guerra es mucho más laxo). Me parece que la doctrina del doble efecto hace demasiado hincapié en la intención y muy poco en el daño causado (v.g. un solo acto de terrorismo es peor según esta doctrina que cualquier número de muertes colaterales). Pero si la doctrina de doble efecto tiene razón, son muy buenas noticias para todos los Estados, y en este caso para Israel obviamente. (2) Según la concepción imperante decir que X es terrorista implica terminar con la discusión, ya que se trata de una concepción moral. No puede haber por definición terrorismo justificado. La concepción instrumental cree que el terrorismo no es una perversión o ideología sino un método. Esta concepción instrumental permite al menos que tenga sentido la pregunta por la justificación del terrorismo en un caso particular. Por ejemplo, Israel se creó en parte gracias al terrorismo, al igual que Palestina.

Truman dijo...

Es complicado: en la segunda guerra mundial murieron 400 mil Británicos y 5 millones y medio de alemanes, y creo que nadie diría que el terrorista era Churchill y no Hitler. Pero quizás es como vos decís: decir que el otro es terrorista implica terminar con la discusión. En términos instrumentales, entonces, para Israel es una buena estrategia responder a los ataques de Hamas, ya que hace que para Hamas el terrorismo como estrategia no le aporte ningún beneficio.

Truman dijo...

Es complicado: en la segunda guerra mundial murieron 400 mil Británicos y 5 millones y medio de alemanes, y creo que nadie diría que el terrorista era Churchill y no Hitler. Pero quizás es como vos decís: decir que el otro es terrorista implica terminar con la discusión. En términos instrumentales, entonces, para Israel es una buena estrategia responder a los ataques de Hamas, ya que hace que para Hamas el terrorismo como estrategia no le aporte ningún beneficio.

Andrés Rosler dijo...

Incluso los que pelean por una causa justa pueden cometer actos terroristas. El bombardeo de Dresden, Nagasaki e Hiroshima fue terrorismo puro: ataque deliberado de no combatientes. Otra discusión es si la violación del derecho en la guerra afecta la justificación del derecho a la guerra. De hecho, la entrada del blog se concentra en la teoría del acto de guerra (o terrorismo), i.e. en el derecho en la guerra (ius in bello como suele decir la jerga), no en el derecho a la guerra (ius ad bellum).
La justificación del terrorismo a la que me refiero (si es que tiene sentido) es moral, no estratégica.

Truman dijo...

Gracias. La pregunta que queda (y no molesto más) sería si se puede justificar el acto de guerra de Israel (ius in bello), no su derecho a defenderse de Hamas (ius ad bellum), en términos morales.