martes, 10 de septiembre de 2013

Lo único que necesitamos es Cultura

Hoy en su tapa, Página 12 usa un título elocuente: "La Redistribución de la Cultura". Con ese título el diario se refiere a la decisión presidencial de mudar la Secretaría de Cultura a la Villa 21. La presidenta, generosamente, sostuvo que no invoca beneficio de inventario alguno, a pesar de que recibió probablemente una pesada carga de su marido al sucederlo en el poder. Suponemos que es la única explicación posible de semejante idea ya que se trata de un gobierno que está en el poder hace diez años, un gobierno que según algunos es el mejor de la historia y que ha revolucionado la redistribución del ingreso en Argentina.

Fue tal la revolución que este Gobierno, como ya habíamos mencionado hace un año, duplicó la clase media argentina (click). Como habíamos visto, de hecho, el Gobierno se inspira en un informe del Banco Mundial (lo que no habíamos dicho entonces es que el BM se basa en datos provistos por fuentes del INDEC, para el cual el índice de pobreza en Argentina es inferior al de Noruega, ya que tenemos un 5 % de pobres). Según este informe del BM la clase media comienza, por así decir, con un ingreso de 10 dólares por día, y se extiende hasta los 50 dólares por día. Para no usar el cambio oficial, la clase media empieza a los 90 pesos por día, con lo cual quien gana 2700 pesos por mes es de clase media.

Vamos a parafrasearnos a nosotros mismos. Alguien que recibiera noventa monedas de un peso por día en la calle, supongamos de manera sostenida, entonces se convertiría en un miembro de la clase media según este estándar, en cuyo caso en Argentina puede haber gente que vive de la limosna y es de clase media. Estamos a un paso de la extraordinaria contradicción: pordioseros de clase media. Todavía no salimos del asombro que alguien crea que hay gente de clase media que no tiene trabajo, no paga impuestos, y vive de lo que el Estado puede ofrecerle. No vamos a referirnos al caso de los cuidacoches, ya que según este estándar Argentina podría llegar a tener cuidacoches ABC1 sobre todo los días de recitales en River o superclásicos. Si el delito subsiste, no puede ser debido a razones socio-económicas, sino a la vieja explicación teológica de la caída naturaleza humana.

De ahí que el Gobierno fácilmente pueda suponer que lo único que necesita la Villa 21 es una Secretaría de Cultura. Es más, la Presidenta puede ufanarse de que a la Villa 21 la cultura llegó antes que las cloacas y el agua potable. No hay dudas de que la Presidenta se podría hacer un picnic apelando a su comparación con Canadá o Australia, ya que allí no pueden ufanarse de la existencia de villas con Secretarías de Cultura en ellas, probablemente debido a que no hay villas (Good Morning Australia).

Quizás la Presidenta comparte la añoranza de los cuatro hombres de Yorkshire, para los cuales la pobreza no es un obstáculo para la felicidad; antes bien, es su condición de posibilidad:



1 comentario:

Eduardo Reviriego dijo...

El dicho de que se ha hecho cargo sin beneficio de inventario, puede ser entendido como un mensaje de cara al 2015: que a Ella tampoco se lo exija rendición de cuentas. ¿Estará ya negociando su futuro?