Víctor Hugo Morales considera que es un acto de cobardía (o todo lo contrario de un acto de valentía) llamar "chorro" al vicepresidente de la República (a los 3:50 ss. de la cinta de audio click). Nos llama la atención qué entiende Víctor Hugo por cobardía. Por ejemplo, en el Diccionario de la Real Academia la cobardía es definida como la "falta de ánimo y de valor". Nos parece que difícilmente pueda ser considerado falto de ánimo y de valor quien insulta al segundo al mando del Estado, el cual desde su emergencia a mediados del siglo XVI cuenta con el monopolio del uso de la violencia legítima.
Cabe agregar que el vicepresidente a la sazón contaba seguramente con su custodia personal amén de los prefectos que se encontraban en el lugar de la votación. Sólo en un sketch de Monty Python alguien podría considerar semejante acto como una instancia de cobardía. En realidad, se trató en todo caso de un acto temerario, el otro extremo del continuo con comienza con la cobardía.
También nos llama la atención que Víctor Hugo mismo no incluyera dentro de la cobardía el acto de increpar a un individuo por parte de alguien que es uno de los periodistas más conocidos del país, en uno de sus varios programas de radio, sin contar su actuación en otros medios. Ciertamente, el insulto en cuestión puede ser ingrato, injusto, egoísta, injustificado en general, en fin, puede ser tildado de muchas cosas, cualquier cosa salvo cobarde.
Es curioso que alguien que suele hacer varias referencias a la artes y la cultura en general no entienda o no sepa qué es la cobardía. Lamentablemente, la defensa de una causa política que Víctor Hugo asocia con la nobleza moral y la pelea valiente evidentemente le ha impedido usar correctamente una palabra tan simple como cobardía, dejándolo al borde del ridículo. Es una muy valiosa lección para todos.
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