«La causa victoriosa complació a los dioses, mas la vencida a Catón» (Lucano, Farsalia, I.128-9).
jueves, 26 de enero de 2017
Acerca de una Nota tan anti-liberal como Milagro Sala
Marcos Novaro ha publicado una nota en La Nación sobre "Milagro Sala y el alma antiliberal del kirchnerismo" (click). El comienzo de la nota contiene información decisiva para la resolución judicial del caso: "Las investigaciones judiciales, aunque lentas, avanzan, y cada vez más testimonios y pruebas confirman las prácticas criminales de la Tupac Amaru: desvío de fondos públicos y lavado de dinero, patotas, golpes y amenazas brutales, enriquecimiento de los dirigentes de una entera asociación ilícita, de todo como en botica".
El resto de la nota, sin embargo, es irrelevante para el razonamiento judicial, el único que debería decidir sobre la libertad de Milagro Sala.
En efecto, Novaro comenta que quizás "los enemigos de todos estos valores [la convivencia, la moderación y el liberalismo político], enceguecidos por la dinámica de radicalización, puede que se incineren en ella". Pero qué va a suceder con otras personas, incluso los enemigos de la democracia, no puede influir en la decisión judicial sobre Sala.
En cuanto a la frase de Horacio Verbitsky "No vamos a cejar hasta conseguir su libertad porque su libertad es la garantía de la libertad de todos", se puede tomar en varios sentidos. Sin embargo es una frase cuyo sentido liberal central es innegable. Si tiene o no un uso mafioso es otra historia. No vamos a dejar, por ejemplo, de usar “encargarnos” de algo porque tal como lo muestran las películas los mafiosos también usan la misma expresión.
Incluso si tomáramos el sentido mafioso de esta frase, del hecho de que al kirchnerismo le convenga que Sala sea absuelta no se sigue que deba ser condenada. Su condena o su absolución para el caso debe obedecer a razones estrictamente legales.
En cuanto a la defensa de “ruptura”, es ciertamente típica de los casos con ciertos ribetes políticos. Pero en un Estado de Derecho la defensa puede usar la defensa que se le dé la gana. Si Novaro cree que Milagro Sala representa un peligro para la democracia comparable al de Hitler entonces habría que suspender el juicio y tomar medidas de excepción, lo cual haría que Sala dejara de ser una sospechosa de haber cometido delitos comunes en una enemiga del Estado, lo cual no solamente es jurídicamente falso sino que además es precisamente lo que el kirchnerismo debe estar pidiendo en sus oraciones diarias. El punto es entonces que dado que Novaro obviamente no quiere algo semejante no queda clara la comparación con Hitler.
Además, aunque los defensores de Sala usen los mismos argumentos que Hitler de ahí no se sigue que sean como Hitler. Hitler usó varios argumentos, también trenes, burocracia e intelectuales, pero no por eso todos los que los usan son nazis.
En lo que atañe a la defensa de Vergès que se basa en la comparación entre, v.g., Bin Laden y Bush, quienes creen que la cantidad de muertos provocados por actos de guerra, muchísimo mayor que la de los actos terroristas, sigue siendo defendible por el solo hecho de tratarse de actos de guerra mientras que los actos terroristas son condenables solamente porque son terroristas, en el fondo lo hacen porque cuentan con una teoría de los efectos colaterales o de los actos de doble efecto capaz de resistir toda crítica. Si la tuvieran sería bueno que la compartieran. Al respecto quizás útil la referencia a otra entrada del blog: De Bombas y Terroristas.
Por otro lado, cuando Novaro dice que el argumento de ruptura "nada inocentemente olvida la diferencia entre que exista un sistema legal o no", Novaro no parece recordar que el propio Hitler llegó al poder legalmente, lo cual muestra que los sistemas legales pueden servir para muchas cosas buenas pero no son a prueba de balas, por así decir.
Finalmente, incluso "los disfrazados de demócratas defensores de derechos que buscaron monopolizar el poder, creyendo en serio en las promesas y métodos del chavismo", los cuales "hoy se reúnen en torno a Sala porque no piensan que nada de lo sucedido en el país desde el ocaso de los gobiernos K los cuestione, [sino] todo lo contrario", todos ellos, i.e. incluso los anti-liberales, tienen derecho a que en un juicio, particularmente penal, solamente se tenga en cuenta el razonamiento judicial para resolver el caso, haciendo caso omiso de consideraciones políticas, sociológicas, históricas, etc. En un Estado de Derecho no hay otra alternativa. Es imposible ser liberal sin estar de acuerdo con esta conclusión.
martes, 17 de enero de 2017
La Coalición político-mediático-judicial-de-derecha-estadounidense-israelí ataca-de-Nuevo
Página 12 de hoy nos recuerda que la Coalición político-mediático-judicial-de-derecha-estadounidense-israelí ataca de nuevo (click). Mientras nos proponíamos aportar nuestro humilde granito de arena nos dimos cuenta de que estábamos esencialmente repitiendo lo que habíamos dicho hace casi dos años, el 27 de enero de 2015 para ser más precisos, aquella vez para la opinión pública internacional (click). Por lo cual, hemos decidido subir otra vez esa entrada en su casi totalidad, con el agregado de un video de la Policía Federal que ilustra cómo fue la recolección de evidencias en el departamento de Nisman por parte del equipo de investigaciones especiales de la fuerza.
Hace poco nos contaron que hay gente en el extranjero que lee este blog. No solamente todavía no salimos del asombro que nos provoca saber que hay alguien que nos lee en absoluto, sino que además no podemos darnos siquiera una idea del esfuerzo intelectual que representa poder entender a este país para alguien que no es argentino o que no ha vivido en Argentina.
Es por esto que con esta entrada inauguramos lo que podríamos llamar La Causa de Catón Servicio Internacional, en aras de ayudar a quienes se embarcan en semejante ordalía intelectual. Después de todo, los nativos (y residentes ciertamente) tienen una enorme ventaja ya que la sabiduría de la naturaleza les permite acomodarse a su medio ambiente y por eso, suponemos, les resulta más fácil entenderlo. En realidad, es la única hipótesis que puede explicar la supervivencia en un medio ambiente semejante, aunque estamos abiertos a otras sugerencias. Dicho sea de paso, en breve contrataremos a James Earl Jones para que grabe el identificador de nuestra señal internacional.
En esta oportunidad vamos a tratar de explicar desde un punto de vista internacional el último suceso que ha cobrado estado público a nivel mundial, un suceso del cual ya
nos habíamos ocupado brevemente (No es lo que parece).
A tal efecto, vamos a usar una analogía televisivo-cinematográfica.
Supongamos que en televisión dan una película en la cual un fiscal que investiga a la Presidencia de la República aparece muerto en su domicilio el día anterior a hacer su primera presentación oficial en el Congreso Nacional acerca de precisamente dicha causa. Supongamos también que dicho fiscal contaba con una numerosa y celosa escolta de la Policía Federal, la cual había perdido todo contacto con él por lo menos durante las últimas once horas que condujeron a su muerte.
Luego, la Presidenta de dicha República escribe una epístola en Facebook (1 Cristina ad Facebookenses) comentando el acontecimiento como si fuera un usuario más de dicha red social con un puesto de sandías a la vera de una ruta provincial, y no la Presidenta de la República, e indicando ciertamente que para ella se trató de un suicidio. El suicidio, obviamente, está conectado con un grupo monopólico que busca desestabilizarla.
Supongamos que en televisión dan una película en la cual un fiscal que investiga a la Presidencia de la República aparece muerto en su domicilio el día anterior a hacer su primera presentación oficial en el Congreso Nacional acerca de precisamente dicha causa. Supongamos también que dicho fiscal contaba con una numerosa y celosa escolta de la Policía Federal, la cual había perdido todo contacto con él por lo menos durante las últimas once horas que condujeron a su muerte.
Luego, la Presidenta de dicha República escribe una epístola en Facebook (1 Cristina ad Facebookenses) comentando el acontecimiento como si fuera un usuario más de dicha red social con un puesto de sandías a la vera de una ruta provincial, y no la Presidenta de la República, e indicando ciertamente que para ella se trató de un suicidio. El suicidio, obviamente, está conectado con un grupo monopólico que busca desestabilizarla.
Evidentemente insatisfecha con esta primera carta, la
Presidenta escribe una segunda en la misma red social, pero en la que cambia de
opinión, ya que en lugar de inclinarse por el suicidio afirma que se trató de un
asesinato obviamente orquestado por el mismo grupo monopólico que según la
hipótesis anterior buscaba desestabilizar su Gobierno mediante un suicidio. Nobleza
obliga, la Presidenta aclara en esta segunda epístola que “no tengo pruebas,
pero tampoco tengo dudas” [de que se trata de un asesinato] (2 Cristina ad Facebookenses 12), quizás inspirada
por el credo quia absurdum (“creo
porque es absurdo”) de la patrística cristiana. Paralelamente, las encuestas
muestran que la enorme mayoría del país en cuestión cree que se trató de un
asesinato y las malas lenguas rumorean que eso fue precisamente lo que explica
el cambio de opinión presidencial.
Continuando con la alegoría de esta trama, agreguemos ahora que
el periodista que había dado la primicia sobre la muerte del fiscal se va del
país alegando que está siendo perseguido precisamente por ese motivo. La trama se hace más espesa ya que mientras
el periodista huye del país, la agencia oficial de noticias (Télam), la aerolínea de
bandera (Aerolíneas Argentinas) y la cuenta oficial de la Casa de Gobierno en twitter (dirigida por una verdadera artista de la sutileza y el protocolo) difunden los
datos del itinerario y del pasaje de dicho periodista, como si fuera un
servicio prestado por la aerolínea a quienes viajan en business o en primera
para asegurarse de que alguien vaya a buscar al pasajero en el destino final.
Mientras que algunos simpatizantes del Gobierno alegaban que
este periodista descaradamente mentía enmascarando unas vacaciones en Uruguay
como una persecución en la que su vida corría peligro, el Jefe de Gabinete, una vez
preguntado al respecto, sostuvo que “Es un periodista que se sentía amenazado y
fue importante publicar su paradero”. Como se puede notar, se trata de un
Gobierno que cree que la mejor manera de calmar el miedo a la persecución es
mediante una terapia de shock, algo así como encerrar a un claustrofóbico en un
ascensor o tratar el miedo al agua y el vértigo con un clavado en Acapulco. Monty
Python se habría muerto de hambre si hubiese tenido que trabajar en un país
semejante. En todo caso, sus representaciones habrían sido cuadros puramente
costumbristas.
Finalmente, y todo siempre en la misma película, la Presidenta
más de una semana después del hecho decide salir en Cadena Nacional para
completar su cuadro de situación. En dicha alocución sostiene que fue la Ministra de Seguridad quien la anotició a las 0:30 sobre "un incidente" que involucraba un fiscal tirado sobre un charco de sangre. La Presidenta, incrédula, le preguntó si se trataba de una broma, ya que sus ministros son muy de hacerle bromas a la madrugada sobre incidentes con fiscales federales tirados arriba de un charco de sangre (nota para quienes vieron el Mundial: la relación entre esta Presidenta y sus ministros es muy parecida a la que tenía Sabella con Lavezzi en el partido con Nigeria). Aquellos fanáticos que se interesan en la búsqueda de perlas cinematográficas, aquí tienen una: el Secretario de Seguridad había dicho públicamente en esta película que fue él quien le había dado la noticia por primera vez a la Presidenta (encima, el Secretario se mostró por televisión en el domicilio del fiscal antes de que llegara el poder judicial). Quizás en la secuela el guión desarrolle este desacuerdo entre la Presidenta, la Ministra y el Secretario (de hecho, le acabamos de dar el título a la segunda parte).
La Presidenta con la sana intención de colaborar con la investigación judicial, aunque respetando escrupulosamente la separación de los poderes, indica en la misma Cadena que el hermano de un empleado del grupo monopólico es responsable del homicidio. El implicado por la Presidenta es a la sazón un espía del Servicio de Inteligencia, cuyo excelente plan para llevar a cabo semejante maniobra de desestabilización incluía aparentemente una fuga al exterior, aunque según la Presidenta se había dejado estar, ya que había iniciado los trámites del pasaporte cuatro días antes del crimen. Además, esta misma persona que entendemos es un espía profesional, antes de su asesinato no tuvo mejor idea que escribir media docena de tweets en los que insulta a la Presidenta de la República, suponemos para asegurarse de que su crimen no pudiera ser rastreado hasta él.
Es difícil entonces resistir la inferencia de que el grupo monopólico de marras tiene, para decir lo menos, serias dificultades en el rubro de contratación de recursos humanos, particularmente en lo que atañe a su Departamento de Desestabilización. Si pudiéramos le recomendaríamos a este grupo monopólico que la próxima vez antes de contratar una consultora de recursos humanos vean al menos la primera temporada de “Los Soprano”. Quizás esto también quede para la secuela.
La Presidenta con la sana intención de colaborar con la investigación judicial, aunque respetando escrupulosamente la separación de los poderes, indica en la misma Cadena que el hermano de un empleado del grupo monopólico es responsable del homicidio. El implicado por la Presidenta es a la sazón un espía del Servicio de Inteligencia, cuyo excelente plan para llevar a cabo semejante maniobra de desestabilización incluía aparentemente una fuga al exterior, aunque según la Presidenta se había dejado estar, ya que había iniciado los trámites del pasaporte cuatro días antes del crimen. Además, esta misma persona que entendemos es un espía profesional, antes de su asesinato no tuvo mejor idea que escribir media docena de tweets en los que insulta a la Presidenta de la República, suponemos para asegurarse de que su crimen no pudiera ser rastreado hasta él.
Es difícil entonces resistir la inferencia de que el grupo monopólico de marras tiene, para decir lo menos, serias dificultades en el rubro de contratación de recursos humanos, particularmente en lo que atañe a su Departamento de Desestabilización. Si pudiéramos le recomendaríamos a este grupo monopólico que la próxima vez antes de contratar una consultora de recursos humanos vean al menos la primera temporada de “Los Soprano”. Quizás esto también quede para la secuela.
Ahora nos vemos forzados a pedirles a nuestros lectores extranjeros que hagan el enorme esfuerzo de lograr una “suspensión voluntaria de la incredulidad” y acepten que lo que acabamos de describir no es el guión trillado de una película de clase B cuya trama sería inconcebible hasta—o sobre todo—en África subsahariano (de hecho hoy en día en África subsahariano cuando sucede algo inaudito dicen: “esto no pasa ni en Argentina”), sino que ha sucedido.
Finalmente, el agregado mencionado del video aportado por la Policía Federal mientras su equipo de investigaciones especiales llevaba a cabo la recolección de evidencias en el departamento de Nisman.
jueves, 12 de enero de 2017
Qué lindo que es estar en Mar del Plata
Es una vieja y generosa costumbre de las autoridades de La Causa de Catón la de permitirle a su staff que escuche la radio mientras trabaja en vacaciones. De ahí que hayamos tenido la oportunidad de escuchar hace poco una entrevista radial al Sr. Emilio Sucar Grau, subsecretario de Inspección General del municipio de General Pueyrredón, mientras trataba de explicar la naturaleza y el alcance del programa “Mar del Plata Segura” que incluye entre sus medidas el secuestro de bebidas alcohólicas en la playa.
Un periodista entonces no sin razón le preguntó al Sr. Sucar Grau acerca de la diferencia entre el alcohol digno de ser secuestrado en la playa y el alcohol que legalmente se expende en los establecimientos que están literalmente a unos pocos metros de la playa, si no es que están literalmente sobre la playa.
La respuesta del Sr. Sucar Grau fue, como se suele decir en inglés, la de tomar una hoja del libro de Martín Sabbatella para contestar esencialmente que “se trata de una disposición democrática y por lo tanto hay que obedecerla”. Nuestros lectores recordarán cuando un periodista le preguntara al dirigente de Nuevo Encuentro por qué había no había renunciado a su banca de diputado luego de haber aceptado un cargo en el Gobierno Nacional y Sabbatella respondió que “había dos alternativas. Yo tomé la otra”.
En efecto, las respuestas de Sabbatella y de Sucar Grau apelan a información con la que ya contábamos, sea el hecho de que la decisión marplatense es democrática (lo único que faltaba era que no lo fuera) o la tautología de que había dos opciones y Sabbatella optó por la otra. La cuestión es por qué Sabbatella no tomó la otra alternativa y por qué en este caso está permitido consumir alcohol en algunos lugares y en otros no. De hecho, según el nuevo programa marplatense la policía puede secuestrar el alcohol en la playa sin que medie disturbio alguno o incluso señales de intoxicación.
Que está prohibido tener alcohol en la playa y que hay que obedecer era un hecho que ya conocíamos. Es precisamente porque está prohibido y debemos obedecer es que queremos saber la razón. Si no estuviera prohibido y no hubiera que obedecer solamente la curiosidad académica podría interesarse por este caso. Insistir con que está prohibido es solamente una petición de principios o muestra en todo caso la carencia de argumentos atendibles.
Quizás al hacer referencia a que vivimos en democracia lo que quiso decir Sucar Grau fue que la prohibición fue el resultado de un genuino debate, por lo cual él no debería tener mayores problemas en recordarnos brevemente cuál fue ese debate, proveyéndonos de este modo de algún argumento. Pero tampoco lo hizo.
En resumen, si bien es absolutamente cierto que en democracia hay que obedecer al derecho, no es menos cierto que en democracia se supone que existe una razón por la cual obedecemos al derecho, y esa razón, obviamente, no puede ser que hay que obedecer al derecho. Semejante afirmación o bien es tautológica de un modo insultante o bien indica que no hay argumentos. Se trata de una afirmación muy poco reconfortante para un régimen democrático pero que se sentiría muy a gusto en un sketch de Monty Python, como tantas otras cosas en este bendito país.
sábado, 7 de enero de 2017
Derek Parfit, in Memoriam (1942-2017)
Para despejar el rumor de que a este blog solamente le interesan los chistes de Jorge Corona y las películas de Sacha Baron Cohen, vamos a hacer una excepción y pegamos a continuación un texto del muro de Facebook de un miembro de nuestro staff en el cual cuenta la impresión que le causara Derek Parfit la primera vez que lo viera en Oxford, hace un poco más de veinte años, mientras empezaba sus estudios de doctorado. Dado que todo el mundo conoce el genio de Parfit, quizás esta narración ayude a rescatar una dimensión previsible aunque tal vez no tan conocida del autor de Reasons and Persons.
'Por alguna razón, luego de haber almorzado con mi gran amigo Julián Epelbaum, me acabo de acordar de que durante mi primer año en Oxford, 1994-1995, tuve la osadía de ir a la primera clase del seminario para el B.Phil. (maestría en filosofía) que daba Derek Parfit en el All Souls.
Siendo miembro del All Souls Parfit no tenía carga docente alguna, pero obviamente él conocía la importancia de dar clase. Dije “osadía” porque los seminarios de B.Phil. estaban reservados para los estudiantes de posgrado en filosofía.
Nunca me voy a olvidar de ese primer día. Parfit apareció tal como lo describen ahora en las necrológicas, con su camisa blanca y pantalones negros, con la salvedad de que en esa época además usaba una corbata roja. Parfit siempre usaba la misma ropa, i.e. solamente compraba pantalones negros y camisas blancas (y corbatas rojas en aquel entonces, aunque supongo que menos ya que las corbatas no tienen el mismo desgaste que el resto de la ropa, siempre y cuando se les dé un uso habitual), fundamentalmente para no perder tiempo decidiendo qué ponerse (indudablemente, esto es lo único en lo que me parezco a Parfit, al menos en lo que atañe a mi colección de camisetas blancas).
Al comienzo de la primera clase Parfit le pedía a cada uno de los estudiantes que se presentara y sobre todo contara en qué estaba trabajando (aclaro que, como buen doctorando en derecho, yo estaba sentado en la última fila, oculto, sin pronunciar palabra; encima, en esa época mi inglés era peor que ahora, hablaba como el protagonista del comercial de desodorantes Axe de aquella época, precisamente antes de ponerse el desodorante). Entonces, cada uno de los admitidos al B.Phil. (muchos de ellos estadounidenses que a su vez estaban admitidos en los mejores programas de doctorado en su país pero así y todo para ellos el B.Phil. de Oxford era un must) presentaba su tesis.
Ahí fue que vi a la mente de Parfit en actividad, en vivo y en directo o en tiempo real como se dice ahora, ya que apenas acababa él de escuchar lo que le decía cada estudiante (sea que se tratara de filosofía moral, filosofía de la mente, metafísica, lo que fuera), ipso facto en no menos de tres y no más de cinco minutos no solamente le trazaba un panorama extraordinario y sucinto a la vez del estado del arte de esa cuestión sino que además le anticipaba todos los caminos que podría tomar, cuáles le convenía y cuáles no, qué problemas tenía que evitar, etc.
Nunca jamás había visto yo, ni volví a ver, un despliegue de semejante inteligencia, talento y precisión a la vez, y todo eso en tan poco tiempo, obviamente porque tenía que hacer lo mismo con la veintena de asistentes al seminario. Parfit jamás había hablado antes seguramente con esos estudiantes, pero estoy seguro de que en esos cinco minutos les había cambiado la vida para siempre. Era una mente que jugaba ella sola simultáneas filosóficas con las mentes de los demás, y que daba la impresión de que no podía perder una sola partida.
También me acabo de acordar que hacia 1998-1999, cuando exponía en lecciones parte de lo que terminaría siendo su trabajo “Sobre lo que importa” (On What Matters), Joseph Raz mismo asistía para hacerle preguntas. Básicamente, se entendían solamente entre ellos dos.
Parfit debe haber sido uno de los últimos grandes "Mr" de Oxford, i.e. un don que no necesitaba un doctorado para trabajar ahí.
Se fue quizás el más grande. Por suerte todavía nos quedan sus ideas'.
jueves, 5 de enero de 2017
El Tiempo pasa, pero seguimos sin usar mucho el Pensamiento
Ahora que estamos de vacaciones, al personal de La Causa de Catón nos gusta de vez en cuando visitar Facebook. Sí, es cierto, nos parecemos al cartero de ese cuento de Jorge Corona que en sus ratos libres salía a caminar por ahí.
Y es en Facebook que encontramos esta imagen (click) muy sugestiva. Incluso suponiendo que las intenciones de quienes hayan montado este cuadro sean las mejores, sin embargo a veces hasta las mejores intenciones terminan pavimentando el camino del infierno (conceptual al menos).
En efecto, nos da la impresión de que el propósito de las imágenes contrapuestas, la de la niña alemana nazi y la joven soldado (asumimos que "soldada" podría prestarse a confusión) israelí es la de mostrar una equiparación o equivalencia entre el nazismo e Israel. Semejante impresión de hecho es confirmada por la similitud entre los textos de las dos columnas que subyacen a dichas imágenes.
Sin embargo, esta imagen adolece de una seria falacia. En efecto, da la impresión de que el punto de la imagen es mostrar que dado que los nazis usaban en sus imágenes niñas o jóvenes con alcancías entonces todos los que usan niñas o jóvenes con alcancías en sus imágenes son nazis. ¿Se sigue entonces que dado que los nazis usaban trenes, cascos, tinta china o comían strudel, entonces quienes hacen otro tanto también son nazis?
Encima, cualquier persona con un mínimo conocimiento de alemán puede notar que la alcancía que sostiene la niña nazi es para "construir hosteles y hogares para jóvenes", mientras que la soldado israelí se propone juntar fondos para apoyar al ejército. Con lo cual, daría la impresión de quienes juntan dinero para "construir hosteles y hogares para jóvenes" son nazis. De hecho, los nazis también tuvieron una juventud partidaria. ¿Se sigue de ahí que quienes hacen otro tanto también son nazis?
Alguien podría de hecho sostener que un efecto imprevisto de la ignorancia del idioma alemán es que una comparación entre ambas alcancías muestra que en realidad los nazis al menos recaudaban dinero para los jóvenes mientras que los israelíes solamente juntan dinero para sus soldados, por lo cual en este aspecto al menos los nazis salen mejor parados que los israelíes. Quizás sea una ventaja para los diseñadores de esta imagen, pero, insistimos, absolutamente imprevista.
Quizás entonces convendría a veces no dejarse llevar por las emociones y mantener el ojo en la pelota como se suele decir en inglés, i.e. prestar más atención al pensamiento. Eso permitiría además entender y evaluar mejor la realidad, sea cual fuere.