Por otro lado, si bien temíamos que la suerte de La Causa de Catón estaba atada a la del kirchnerismo, o que en todo caso ningún otro Gobierno iba a dar tantas oportunidades como el kirchnerista para un blog de esta clase, debemos reconocer que no pocas de las decisiones tomadas por el nuevo Gobierno nos hacen ser mucho más optimistas respecto al futuro de este blog. Habrá que ver, no obstante, si los intelectuales macristas nos ofrecerán las mismas oportunidades que los kirchneristas (aunque todo discurso que resulta de agregar el sufijo "-ismo" a un apellido seguramente le va a dar bastante trabajo a un blog republicano).
Hablando de intelectuales, no podemos evitar la tentación de traer a colación ese nuevo desafío que representa la última nota de Mempo Giardinelli (Paisaje después de la batalla y la autocrítica que falta), quien, sin embargo, se define como “un insignificante que ni siquiera es militante K” que escribe “de buena leche estas reflexiones”.
Como todas las notas de Giardinelli, su tesis principal es un desafío para el intelecto. En efecto, para algún desprevenido la primera impresión es que se trata de una nota contradictoria ya que atribuye la victoria de Macri a una equivocación del pueblo a la vez que llama a una auto-crítica del kirchnerismo por haber contribuido a la derrota electoral. ¿Qué sentido tiene la auto-crítica si se equivocó el pueblo? Así y todo, vamos a tratar de seguir el incisivo hilo teórico de la nota para despejar esa primera impresión contradictoria que asalta al lector promedio, desacostumbrado al rigor argumentativo de Giardinelli.
En primer lugar, si bien Giardinelli sostiene que “no es cierto, como jamás lo fue, que los pueblos nunca se equivocan”, es decir, que el pueblo argentino en el fondo no sabe votar—al menos cuando vota contra el kirchnerismo—, se trata de una apreciación hecha “con muchísimo respeto y sin ánimo de ofender a nadie” (otro tanto se aplica a la elegante referencia que hace Giardinelli a la omisión de Cristina de no “convocar a los radicales, incluso a los más doblados”). Parece ser una burda contradicción, pero solamente para el lector que no advierte el guiño u homenaje que hace Giardinelli a esa famosa escena de “Mejor Imposible” (1997):
- "No soy un pendejo. Ud. lo es, no estoy juzgando. Soy un gran cliente. Este día ha sido un desastre"
En realidad, por momentos nos parece que todas las notas de Giardinelli contienen semejantes homenajes ocultos de este tipo y por eso son tan difíciles de comprender.
En segundo lugar, Giardinelli sostiene que “el nuevo gobierno no llegó al poder [solamente] por puros aciertos publicitarios”, sino también “por errores propios, que es menester identificar”. Aquí no hay contradicción alguna, ya que Giardinelli sugiere que una buena campaña publicitaria habría impedido la derrota kirchnerista. También hace referencia en passant a la “prensa mundial hostil”, que por alguna razón fracasó en 2011 y ahora tuvo tanto éxito.
Sin embargo, no es éste el camino que toma Giardinelli, ya que entre los “gruesos errores” que enumera para explicar la derrota kirchnerista ni menciona a la publicidad. En efecto, Giardinelli prefiere inquirir por qué si “estos 12 años fueron una fiesta para vastos sectores populares”, “entonces... por qué también desde esos sectores se votó a quienes ahora serán sus verdugos”, lo cual debilita notoriamente la equivocación del pueblo.
En la lista de Giardinelli se destacan los siguientes y supuestos “errores”:
(1) “El autoencierro fue letal. CFK no confió en su propio talento para invitar, dialogar y seducir a los opositores y proponerles agendas de negociación. Cierto que sufrió un hostigamiento feroz, pero un estadista igual se sienta y discute, propone, logra acuerdos mínimos”.
(2) “elegir a Macri como el enemigo más ‘fácil’ de vencer porque era un candidato frívolo, empresarial y de pocas luces, a despecho de que era sostenido con mucha inteligencia por un aparato colosalmente poderoso”
(3) “elegir a dedo demasiadas veces [a los candidatos] y con dedo equivocado”
(4) “la falta de una política de transparencia que reconociera que la corrupción es endémica en este país y está instalada en todos los estamentos”
Los así llamados “errores” (1), (2), y (3) son variaciones de un tema que podríamos denominar algo así como la defensa de kirchnerismo sin Cristina, un Hamlet sin el Príncipe, como se suele decir en inglés. Da la impresión de que Giardinelli pertenece a esa clase de gente (en el blog hay varios de este tipo) que adora ir a la playa pero no soporta la arena, o que propone contrafácticos como aquel viejo proverbio yiddish: “si mi abuela hubiera tenido testículos, habría sido mi abuelo”. En cuanto a (4), “la falta de una política de transparencia”, en el fondo no se aparta del tema propuesto. Giardinelli cree que si Cristina hubiera ido presa, entonces Scioli habría ganado las elecciones. Sin embargo, quién sabe. Tal vez sea una estrategia electoral para tener en cuenta.
Excelente.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, aunque todo el mérito es de Mempo Giardinelli.
ResponderEliminarNo tanto. Igual, como lector, me gustaría un análisis suyo sobre otros comentaristas, posiblemente igual de interesantes, como Eduardo Aliverti o Mario Wainfeld. Disculpe el atrevimiento. Felices fiestas.
ResponderEliminarMuchas gracias por la proposición, la cual es siempre bienvenida. El problema es que tenemos un presupuesto limitado, lo cual reduce no solamente el staff sino además por extensión nuestras lecturas. Sin embargo, habiendo revisado nuestros archivos, hemos comprobado que habíamos discutido alguna vez una nota de Mario Wainfeld: http://lacausadecaton.blogspot.com.ar/2013/02/que-es-peor-la-kritica-o-la-critica.html, que quizás lo muestra a Wainfeld en su mejor luz. En otras palabras, si hay pobreza, que no se note. Felices Fiestas!
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