El Profesor Atilio Borón abre su nota de ayer en Página 12 (La Génesis del Terror) pronunciándose inequívocamente en contra de la matanza de París: "El atentado terrorista perpetrado en las oficinas de Charlie Hebdo debe ser condenado sin atenuantes. Es un acto brutal, criminal, que no tiene justificación alguna". Hasta aquí, somos todos peronistas.
"Pero", agrega Borón, "parafraseando a un enorme intelectual judío del siglo XVII, Baruch Spinoza, ante tragedias como esta no hay que llorar sino comprender". Como ya lo hiciera el Profesor Pedro Brieger en relación a los tres jóvenes israelíes asesinados (los lectores recordarán sus ya legendarias palabras: "más allá del hecho puntual de los tres jóvenes israelíes secuestrados y asesinados" [click]) y el Jefe de Gabinete Capitanich en relación a la muerte de un niño por desnutrición en el Chaco ("es un caso aislado"), Borón quiere poner la matanza en contexto: "Esta conducta debe ser interpretada en un contexto más amplio". Aquí es donde se dividen las aguas.
En efecto, tal como el Profesor Javier Romero ha repetido hasta el cansancio, cuando una proposición X es seguida de un "pero", el codo siguiente borra la proposición X antecedente. Además, Spinoza mismo seguramente estará de acuerdo en que para poder reprochar (o perdonar llegado el caso) una acción, primero hay que comprenderla. ¿Podríamos de otro modo justificar o reprochar una acción sin haberla comprendido antes? E insistir con la comprensión de un acto después de haberlo catalogado como un asesinato o bien pone al carro delante de los caballos o bien parece ser una parodia de un personaje de Sacha Cohen que se preguntara en el siglo XXI si se trata de asesinatos en el buen o en el mal sentido de la palabra.
En cuanto a la relación causal que propone Borón entre la comprensión y la falta de llanto, llama la atención ya que en realidad se supone que toda tragedia bien comprendida debería provocar catarsis, y por lo tanto muy probablemente llanto. Quizás solamente un muy severo estoico logre subordinar el llanto a la comprensión.
Borón podría replicar que su punto es diferente, que su contextualización en realidad hace referencia, por ejemplo, al "impulso que la Casa Blanca le dio al radicalismo islámico desde el momento en que, producida la invasión soviética en Afganistán, la CIA determinó que la mejor manera de repelerla era estigmatizando a los soviéticos por su ateísmo y potenciando los valores religiosos del Islam" (dicho sea de paso, Borón supone que el Islam "potenciado" como religión lleva al terrorismo) y a que "reclutados, armados y apoyados diplomática y financieramente por Estados Unidos y sus aliados, los radicales sunnitas terminaron por independizarse de sus promotores, como antes lo había hecho Bin Laden, y dieron nacimiento al Estado Islámico y sus bandas de criminales que degüellan y asesinan infieles a diestra y siniestra".
Sin embargo, la discusión sobre el adiestramiento estadounidense también puede ser puesta en contexto (que de hecho fue el de la guerra fría y no el del combate contra la blasfemia). Podríamos agregar que también pueden ser puestos en contexto el nazismo, los desaparecidos en nuestro país, el bombardeo de Gaza, etc.; sin embargo, dicha contextualización no afecta en absoluto nuestra valoración al respecto.
Si lo que Borón tiene en mente es el argumento de la autoridad moral, el hecho es que la autoridad moral tampoco depende del contexto. En realidad, por momentos, da la impresión de que Borón politiza ciertas matanzas poniéndolas en contexto, y moraliza otras entendiéndolas en un vacío. Sin embargo, hay que politizar o moralizar todo, lo haga EE.UU. o quien fuera. Y si el énfasis de Borón en la comprensión de la matanza apuntara a tratar de evitarla, su contextualismo se lo impediría ya que, v.g., EE.UU., como vimos, también puede poner en contexto sus propias acciones, lo cual le permitiría repetir sus inmoralidades.
Quizás Borón cuando habla de "contexto" en lugar de referirse a las circunstancias de la matanza, en realidad se esté refiriendo a sus autores mediatos o intelectuales, a "quienes promovieron el radicalismo sectario" y que por lo tanto "no pueden ahora proclamar su inocencia ante la tragedia de París", con lo cual el carro ya no estaría adelante de los caballos. Sin embargo, Abu Ghraib y "las cárceles secretas de la CIA", por ejemplo, ciertamente pueden explicar la hipocresía de EE.UU. y sus aliados, pero no necesariamente su responsabilidad por cualquier matanza que ocurra en el mundo. Y Borón parece pasar por alto el hecho de que si fue a EE.UU. y a sus aliados a quienes se les "escapó" el "genio... de la botella" (en referencia a "bandas de criminales que degüellan y asesinan infieles a diestra y siniestra"), es precisamente y sobre todo responsabilidad de EE.UU. y sus aliados hacer que el genio vuelva a la botella de la que salió.
Sin embargo, la discusión sobre el adiestramiento estadounidense también puede ser puesta en contexto (que de hecho fue el de la guerra fría y no el del combate contra la blasfemia). Podríamos agregar que también pueden ser puestos en contexto el nazismo, los desaparecidos en nuestro país, el bombardeo de Gaza, etc.; sin embargo, dicha contextualización no afecta en absoluto nuestra valoración al respecto.
Si lo que Borón tiene en mente es el argumento de la autoridad moral, el hecho es que la autoridad moral tampoco depende del contexto. En realidad, por momentos, da la impresión de que Borón politiza ciertas matanzas poniéndolas en contexto, y moraliza otras entendiéndolas en un vacío. Sin embargo, hay que politizar o moralizar todo, lo haga EE.UU. o quien fuera. Y si el énfasis de Borón en la comprensión de la matanza apuntara a tratar de evitarla, su contextualismo se lo impediría ya que, v.g., EE.UU., como vimos, también puede poner en contexto sus propias acciones, lo cual le permitiría repetir sus inmoralidades.
Quizás Borón cuando habla de "contexto" en lugar de referirse a las circunstancias de la matanza, en realidad se esté refiriendo a sus autores mediatos o intelectuales, a "quienes promovieron el radicalismo sectario" y que por lo tanto "no pueden ahora proclamar su inocencia ante la tragedia de París", con lo cual el carro ya no estaría adelante de los caballos. Sin embargo, Abu Ghraib y "las cárceles secretas de la CIA", por ejemplo, ciertamente pueden explicar la hipocresía de EE.UU. y sus aliados, pero no necesariamente su responsabilidad por cualquier matanza que ocurra en el mundo. Y Borón parece pasar por alto el hecho de que si fue a EE.UU. y a sus aliados a quienes se les "escapó" el "genio... de la botella" (en referencia a "bandas de criminales que degüellan y asesinan infieles a diestra y siniestra"), es precisamente y sobre todo responsabilidad de EE.UU. y sus aliados hacer que el genio vuelva a la botella de la que salió.
Por si hiciera falta aclararlo, Borón tiene mucha razón en que la vida de los palestinos (niños o adultos) no vale menos que la de los franceses, sin que importe su número. Nos preguntamos, sin embargo, quién puede negar algo semejante. El punto hoy, sin embargo, es la matanza de París.
En resumen, la insistencia de Borón en la comprensión/contexto de la matanza o bien (1) es redundante ya que es imposible emitir un juicio de valor sin comprender la acción totalmente (lo cual por supuesto siempre implica saber quiénes son los responsables), o bien (2) es contraproducente ya que de este modo Borón da la impresión de querer relativizar su condena (tal como reza el refrán precisamente francés: "comprender todo es perdonar todo"), algo que él ha descartado al comienzo de su nota. En el medio solamente hay confusión.
Bastante ridiculo el post.
ResponderEliminarSIEMPRE hay que analizar las causas de un ataque.
Es lo mismo para usted si los atacantes son musulmanes y reivindican una venganza del profeta ala, que si fueran dos loquitos que se cansaron del bullying, como pasa dos por tres en EEUU? tiene las mismas implicancias, tanto sociales como en cuanto a que medidas tomar para intentar evitar que se repita en el futuro? no?
Entonces si no es lo mismo, comprendera que toda persona que tenga un poquito de cerebro, además de horrorizarse por el hecho y condenarlo y lamentarlo, esta OBLIGADO a pensar que fue lo que lo causo. Y eso es lo que hace boron. Tratar de analizar que lleva a un par de jovenes franceses (si, no se olvide, aparte de musulmanes los tipos son nacidos en francia) a abrazar una causa que a priori les seria ajena, y cometer semejante atrocidad. Alguna razon hay. Y va mas alla de que los tipos eran unos loquitos.
Y cualquiera que tenga sentido comun intentara bucear en esas causas para buscar que se hizo mal, y a partir de ahi, que se puede hacer para evitar que vuelva a pasar.
No es tan dificil darse cuenta.
El problema aca es la mala leche que intenta ver en esa BUSQUEDA DE CAUSAS para buscar soluciones, algo que claramente no hay, que es una JUSTIFICACION. Buscar la causa de algo no es buscar un atenuante o considerar menos criminal el acto, es simplemente intentar entender el contexto, como, por que, y que factores influyeron para que no se de asi. Y es indispensable porque identificar esos factores, es el paso inicial para ver como se puede influir sobre ellos para evitar que se produzcan.
Hay que ser muy playuto, mucy chicanero y muy malaleche para interpretar eso como justificacion.
Muchas gracias por el comentario. Sin duda que hay que evitar las matanzas. Sin embargo, la tesis contextualista de Borón permite que EE.UU. también ponga en contexto, v.g, sus adiestramientos, que según Borón son los responsables de esta última matanza. Sería raro que usemos una teoría contextualista para nosotros, y otra para nuestros enemigos. Borón necesita una teoría moral más robusta, independiente del contexto.
ResponderEliminarEntonces me da usted la razon.
ResponderEliminarLa critica de fondo de usted es que no esta de acuerdo con las causas que baron identifica, o con el razonamiento que lo lleva a encontrar dichas causas. Eso esta perfecto. Discuta esas causas, proponga otras causas alternativas, argumente. Perfecto.
Pero no empice con la obvia falacia con la que empezó, de plantear que el hecho de buscar las causas constituye una "justificacion" de los actos. Eso es una barrabasada dialectica, un ataque gratuito, que pretende descalificar al autor de un analisis con el que usted no esta de acuerdo, apelando a factores emocionales. En vez de discutir las causas que encuentra baron, o su razonamiento, o su marco moral, que estaría perfecto, usted dice "miren, que horrible baron, defiende terroristas" cuando de su comentario se desprende que en realidad usted entiende perfectamente que no es eso lo que está haciendo barón.
Es una bajeza pretender discutir academicamente con alguien, empezando en esos términos.
La entrada del blog dice muchas cosas, pero la tesis central es que Borón se contradice (concediendo su presunción según la cual EE.UU. es el responsable de lo que pasó), y los argumentos por los cuales se contradice también están en la nota. En la entrada no hay ninguna emoción, ni ataque personal, a diferencia, por ejemplo, de tus comentarios. En cuanto a cómo evitar que sean asesinados dibujantes debido a lo que dibujan, es decir, cómo evitar crímenes de esta clase (la expresión "crimen injustificable" que usa Borón podría ser redundante), en el fondo la maldad, si es que el ser humano es libre, es inevitable, aunque puede ser castigada. Por si hiciera falta recordarlo, muchísimos musulmanes ofendidos por esta revista comparten el cartel "Je suis Charlie".
ResponderEliminarEl que se enoja porque otro busque las causas de un hecho terrible, es porque algo ha tenido que ver con la generacion de esas causas.
ResponderEliminarSe entiende su postura. Usted defiende ideologicamente cierto sistema economico y politico, si al producirse un hecho terrible las causas del mismo pueden ser ligadas al sistema que usted defiende, claramente ese sistema podria perder adherentes. Entonces mejor no buscar las causas, o directamente al que intenta buscar las causas atacarlo a partir de "argumentos" tan eficaces como apelar a las emociones. Si borón defiende a terroristas, entonces es mas facil que no le den bola, que si hay que demostrar que las causas que encuentra no son tales.
Una maxima que he aprendido a lo largo de los años: en una discusión, en general el primero que necesita apelar a argumentos emocionales es el que no tiene razon, lo sabe, y sabe que no le queda otra. Sera que el razonamiento de Borón es lo suficientemente dificil de rebatir, que requiere que un politologo con un doctorado recurra a semejante falacia para intentar contrarrestarlo.
Entonces Borón tiene razón porque defiende al sistema correcto, y yo no tengo razón porque defiendo a otro sistema (de hecho, ni sabía que estaba defiendo un sistema). Pensé que estábamos hablando de argumentos.
ResponderEliminarQue decepcionante. Un politologo con doctorado necesita recurrir a una clara falacia del hombre de paja para discutir conmigo.
ResponderEliminarSeñaleme donde afirmo yo que Borón tiene razon. Vio que no? vio que nunca dije eso?
Esta dispuesto a discutir lo que si dije?
Empieza a parecer que eso de recurrir a falacias para evitar tratar los puntos que le cuesta rebatir, sería el centro de su "argumentación". Si tiene que recurrir a eso para "rebatir" los argumentos de un pobre ignorante como yo, qué me voy a sorprender de que intente descalificar por "defender terroristas" las opiniones de alguien muchisimo mas formado como el profesor Borón.
Me dejé llevar por "el razonamiento de Borón es lo suficientemente dificil de rebatir". No te olvides por favor de indicar mis emociones.
ResponderEliminarVolviendo al tema concreto, mi critica a su articulo es clara. Le digo más, hasta resulta interesante la parte del mismo donde intenta discutir precisamente el razonamiento de Borón.
ResponderEliminarPero arruina todo con el principio y el final del mismo, arrancando y terminando con una descalificacion de la argumentacion del otro, no en base a lo que dice, sino en base a atribuir a lo que dice una justificacion o defensa del terrorismo. Al hacer eso se boicotea usted mismo, muestra debilidad en su argumentacion. Borón claramente no esta haciendo una apologia de los terroristas, ni justificandolos, avalandolos o reduciendo la malignidad de sus actos. Simplemente esta buscando analizar las causas de esos actos.
Borón encuentra mediante su argumentacion, que las causas de esos actos, mas alla del insulto a mahoma, estan en el odio racial introducido a partir de muchas acciones previas de francia, su gobierno y sus militares, durante la historia. Ese análisis puede ser mas o menos discutible, mas o menos correcto, cierto o totalmente falso. Pero desde ningun punto de vista es una justificacion de matar 12 personas a sangre fria. Plantearlo asi, produce rechazo, porque es evidente que no es eso lo que hace boron, y el rechazo que genera el planteo hace que el resto de su texto, que mire mas, le digo que hay algunas partes en las que mas o menos coincido, uno lo lea con desagrado. Es innecesario y contraproducente.
En fin, es mi opinion que le aseguro se la doy con la mejor de las intenciones, usted sabra que hacer con ella.
Da la impresión que el contextualismo de Borón, lejos de intentar penetrar en el problema muy por el contrario se interesa por la refrenda moral. Tal vez de allí el inconveniente o recaída moral de su argumentación. Sin embargo, Borón da cuentas del problema - en algún sentido - pero a pesar de ello termina siendo una localización causal - un tanto inocente y poco filosófica - que lo único que provoca es una remisión al pasado.
ResponderEliminarAhora, si como señala la cita del comienzo del artículo "Es un acto brutal, criminal, que no tiene justificación alguna." Resulta un tanto complicado de sostener el compromiso contextualista a la Boroniense - aunque sugiera un nombre culinario italiano nos referimos a el modelo de análisis de del Dr. Atilio Borón - que inocentemente - o no ¿? - conduce el problema y nuestra mirada hacia el Norte. Ahora, nos nace la siguiente pregunta: ¿Borón está más preocupado por el atentado o por su causa, el accionar EE.UU?
Ahora, si como nos sugiere el articulo del Blog es posible - tesis con la que acordamos - poner en contexto las posibles causas indentificadas y no el hecho mismo al cual presuntamente se dirige el analisis. Pareciese que el contextualismo a la Borón llega a otro lugar que el de la analogia, corriendo finalmente el riesgo del anacronismo la inocente compración.
Más que asesinos, pueden ser agentes de la CIA:
ResponderEliminarhttp://www.lapoliticaonline.com/nota/86141-el-kirchnerismo-relativiza-la-condena-a-la-masacre-de-paris-y-habla-de-autoatentado/
Cómo les habrá dolido sacar ese escuálido comunicado condenando al terrorismo, y nada sobre la libertad de prensa. Claro, son -como Cristina lo sostuvo- bonapartistas, o sea que para ellos la "libertad de prensa", no es un derecho, sino un prejuicio pequeñoburgués, utilizado por ambiciosos empresarios para proteger sus empresas. "Libertad de empresa, como le gusta decir a Cristina.
Agregaría, simplemente, que la frase de Spinoza (sobre comprender en vez de reír o llorar) necesita, a su vez, ser contextualizada. Boron, como tantos escritores y/o periodistas, cae en el error de arrancar una frase de su entramado y usarla como latiguillo o slogan. Los ejemplos en la historia son demasiados: Dios ha muerto, La única verdad es la realidad, el inconsciente está estructurado como un lenguaje... Nada de eso significa nada si no se la comprende -ahora, en sentido estricto- en la trama de relaciones textuales en donde aparece. Gracias Andrés por tu claridad y tu agudeza, gran placer leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias Diana por tu comentario. Confieso que no conocía el aforismo de Spinoza. Sin embargo, si recuerdo bien, sí recuerdo que la teoría de la acción de Spinoza es determinista, y por eso supongo que cree que no tiene sentido llorar sino solamente queda comprender. Borón, por el contrario, quiere comprender pero además criticar porque, v.g., cree que EE.UU. no está determinado a hacer el mal sino que lo hace libremente, y eso es lo que termina provocando matanzas como la de París: EE.UU es libre, pero sus marionetas estás determinadas. Para Spinoza o somos todos libres o somos todos marionetas. Borón, insisto, se contradice, y tiene que elegir.
ResponderEliminarAndrés, Spinoza no es exactamente determinista. Su frase aparece en la Ética y luego, de forma algo cambiada, en el Tratado político. Lo que intenta decir es que la mayoría de los filósofos y políticos han intentado cambiar al hombre a partir de una condena moral -el hombre es malo- o, lo que parece opuesto pero es lo mismo, a partir de una concepción angelical: el hombre es bueno y las instituciones lo corrompen. Él propone que el hombre no es ni bueno ni malo (descree de la moral) sino un ser -una "cosa singular existente en acto"- provisto de impulsos creativos y destructivos que existen y se relacionan según una legalidad, como todas las fuerzas de la naturaleza. Los afectos, dice, son como líneas, planos o puntos en la geometría: es preciso entender su funcionamiento y sus relaciones en vez de condenarlos o ensalzarlos según la moral. Si me pasás tu mail podemos conversar en un contexto menos expuesto que el blog. Me encantó tu nota sobre Forster! ahí también te haría algunos comentarios en privado. saludos!
ResponderEliminarPido disculpas entonces (aunque me sigue pareciendo bastante determinista el planteo, sobre todo si no cree en juicios morales). Con mucho gusto: mi email es andres.rosler@gmail.com. Muchas gracias otra vez.
ResponderEliminarUn posible interpretación del objetivo de Borón podría ser que a lo que el autor identifica como crimen brutal sin justificación engloba a todo el cuadro de contexto, tanto las matanzas Occidentales como los ataques terroristas en cuestión. Así se entiende que el argumento parte de que el autor ya comprendió el hecho, que no se limita al ataque terrorista sino que abarca otra historia de muertes que la preceden y que deben ser condenadas de la misma forma. En otras palabras, la conclusión esta al principio, sobre la brutalidad del crimen, solo que después se muestra que tal crimen no se limita a los ataques terroristas, sino que el crimen es bastante mas amplio y para hacerle justicia debemos condenar toda la violencia desatada desde hace tiempo. Después de esto, se podrán realizar valoraciones varias sobre las distintas responsabilidades que le cabe a cada actor, ya que no es lo mismo terrorismo de Estado que otro tipo de terrorismo, como tampoco es lo mismo dar la muerte en un contexto de guerra que fuera de él.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. (1) Es muy posible que el objetivo de Borón sea ese. Pero la nota debería reflejarlo, y la confusión entre contexto y autoría (o culpabilidad) no ayuda. (2) Sin duda que éste no es el primer crimen de la historia y difícilmente será el último. De ahí no se sigue que para condenar un crimen hay que hacer referencia a los crímenes anteriores, y muy difícilmente de todos modos un crimen pueda justificar otro. De hecho, por ejemplo, no se puede suponer que Hamas esté de acuerdo con EE.UU. y sin embargo, al menos en su declaración pública, no lo menciona. Quizás algo muy parecido se pueda decir del Presidente de Palestina. (3) El problema no es el contexto de guerra: puede haber homicidios dentro y fuera de la guerra. Y la terminología de “terrorismo” no ayuda, ya que en general es un término que usan los Estados para desacreditar muchas veces a quienes hacen lo mismo que ellos. (4) Finalmente, la cuestión clave es la noción de mal o maldad, sin más, que subyace tanto a la matanza de París cuanto a los actos terroristas que cometen los Estados (la distinción entre terrorismo de Estado y no estatal es relevante solamente porque los Estados tienen más recursos disponibles, no porque los insurgentes, por así llamarlos, sean mejores). En una próxima entrada habría que discutir la relación entre el mal y la explicación. Kant diría que el mal en sentido estricto es inexplicable e inevitable, porque depende de la voluntad del actor. Si no lo fuera, no podría merecer ser castigado.
ResponderEliminarKant y el mal absoluto. Parece que entre sus lectores estuvo Adolf Eichmann "(...) quien durante su juicio en Jerusalén citó a Kant (con aceptable precisión) a fines de justificar su conducta.", según nos cuenta Richard J.Bernstein, quien agrega en nota que "Resulta siniestro lo cercano que Eichmann estuvo de entender correctamente a Kant." Interesante tema, que se las trae, especialmente cuando los Estados se han convertido en los grandes criminales. conf. del citado autor: El mal radical. Una indagación filosófica. Prometeo. Buenos Aires. 2013. páginas 66 y siguientes.
ResponderEliminarMuchas gracias Eduardo por tu comentario. No sabía que estaba traducido el libro de Bernstein. Precisamente, Bernstein insiste en que para Kant el mal en última instancia es inexplicable debido a la libertad humana (que si no existiera no tendría sentido reprochar acción alguna). Fijate que Bernstein (que de hecho creo que sigue a Arendt) dice que Eichmann citó correctamente a Kant, y que estuvo "cerca" de entenderlo. Pero nada más.
ResponderEliminarKant, Eichmann... Las cosas no son tan simples. La cita fundamental de la desafortunada frase de Eichmann ("Yo soy kantiano porque obedezco la ley, según el imperativo categórico" se encuentra en el monumental libro de H. Arendt, Eichmann en Jerusalén. R. Bernstein hace, en su libro, un tratamiento más bien superficial de la cuestión, tomando al Kant de la vulgata y no el complejo Kant de la Razón práctica. En concreto: la afirmación del jerarca nazi no podría estar más lejos de la verdad, ya que lo que él obedecía era la palabra del Fuhrer y no La Ley. en la concepción kantiana, la ley no tiene dueño ni encarna en sujeto alguno ya que es puramente formal. Apenas se le pone un contenido -por más legítimo que parezca- ya no es imperativo categórico, sino en todo caso hipotético. Y el nazismo no hizo otra cosa que producir una catarata de decretos con contenidos puntuales, coyunturales, concretos, que no tenían como referencia a La Ley sino que se agotaban en su propio e inmediato cumplimiento. La Ley kantiana NO SE CUMPLE, ya que ninguna máxima, por más alta que parezca, recubre la ley universal.
ResponderEliminarAndrés:
ResponderEliminarMe parece que Bernstein dice algo más, como por ejemplo que "(...)la visión kantiana de las obligaciones del ciudadano para con el soberano apoya fuertemente la posición de Eichmann. La doctrina oficial de Kant es que la prohibición de resistirse a cualquier legislación suprema es absoluta. (No olvidemos que, a los ojos de toda la manipulación, la ilegalidad y la violencia de los nazis, Hitler fue designado Canciller en forma constitucional)" (paginas 68/69) y luego sigue desarrollando el tema, obviamente muy polémico, que me hace recordar los tiempos en que aquí se discutió sobre la obediencia debida.
Puede que la edición en inglés sea diferente.
Saludos.
Eduardo: es totalmente cierto lo que decís. A veces es difícil reconciliar la teoría moral de Kant (con su propensión al anarquismo en la medida en que los agentes se comporten de acuerdo con el imperativo categórico, como sugiere el libro de R. P. Wolff) con su teoría política, que es una férrea defensa de la soberanía y la prohibición de la resistencia. Sin embargo, Kant podría sostener (y de hecho esa es la interpretación, v.g, de Wolfgang Kersting si recuerdo bien) que su Estado no se agota en la pura formalidad o legalidad, sino que tiene ciertos requisitos mínimos que el siglo XIX habría llamado quizás "civilizatorios" (hoy no sé cómo los llamaríamos sin caer en incorrecciones políticas), y de no contar con estos requisitos habríamos vuelto al estado de naturaleza del cual habría que nuevamente salir para volver a un Estado en sentido kantiano. Quizás la expresión sea "Estado de Derecho", pero que va más allá del gobierno de la ley, por lo cual la expresión también se presta a una petición de principios. Vale aclarar que Kant jamás podría haber anticipado el nazismo.
ResponderEliminarAndrés:
ResponderEliminarNo tengo formación en filosofía como para meterme con Kant, así que sabrás perdonarme mis horrores. Pero me parece que ciertas construcciones demasiado racionales,diría en mí ignorancia, algunas veces hacen aguas confrontadas con la realidad, no debiendo olvidarnos de que como dice Hegel: "El gran postulado de que cuanto ha ocurrido en el mundo ha sido de conformidad con la razón -que es lo primero que da a la historia de la filosofía su verdadero interés- no es otra cosa que confiar en la Providencia, aunque de otra manera."
Eduardo, Andrés: Desconfío de un autor que dice expresar "la doctrina oficial de Kant" o de cualquier otro pensador... Para entender Kant, hay que leer Kant. Todo comentarista hará su propia versión, pero ya no es Kant. Con respecto a Hegel, no me parece que su frase sea aplicable a Kant ya que el término "razón" tiene valores y significados muy distintos en ambos. En filosofía es fundamental ubicar cada término -especialmente los muy centrales e importantes- dentro de la red conceptual de cada pensador, es decir, entenderlo e interpretarlo al interior de cada sistema ya que si no hacemos deslizamientos que nos apartan de una comprensión "a la letra".
ResponderEliminarEl rechazo explícito de Kant al derecho de resistencia está en la Metafísica de las Costumbres: “no hay ningún derecho de sedición (seditio), aún menos de rebelión (rebellio), ni mucho menos existe el derecho de atentar contra su persona, incluso contra su vida (monarchomachismus sub specie tyrannicidii), como persona individual (monarca), so pretexto de abuso de poder (tyrannis). El menor intento en este sentido es un crimen de alta traición (proditio eminens) y el traidor de esta clase ha de ser castigado, al menos con la muerte, como alguien que intenta dar muerte a su patria (parricida).—La razón por la que el pueblo debe soportar, a pesar de todo, un abuso del poder supremo, incluso un abuso considerado intolerable, es que su resistencia a la legislación suprema misma ha de concebirse como contraria a la ley, incluso como destructora de la constitución legal en su totalidad” (ed. Adela Cortina, Tecnos, pp. 151-2). Después quizás se contradice porque acepta que un gobierno revolucionario debe ser obedecido, aunque por las mismas razones, esto es, en defensa del orden establecido, sea revolucionario o no, con lo cual quizás no sea tan contradictorio. La defensa de Kant, insisto, podría ser que un Estado como el nazi sería un estado de naturaleza encubierto, y por lo tanto no existiría el deber de obedecerlo.
ResponderEliminarRecordemos que Kant fue perseguido y censurado, y que debió "acatar" -al menos en apariencia- los mandatos soberanos para poder seguir escribiendo y publicando... Habría que ir al textito de Leo Strauss, Persecution and the art of writing, para ver las múltiples formas en que un pewnsador "bypasea" la censura y dice lo que quiere decir aunque parezca estar defendiendo a la autoridad. Por otra parte, es cierto también que la obra de Kant abarca décadas, y a lo largo de sus textos no es raro hallar inconsistencias, contradicciones, etc. Aún así, la postura fuerte de su ética es, siempre, la ley inscripta en la razón y el rechazo a toda forma de obediencia a quien se quiera arrogar la personificación de la ley. Si hablamos de comentadores, quizás uno de los más agudos en ese terreno sea Deleuze quien creo que pescó ese núcleo fuerte de lo kantiano, malgré algunos fragmentos o textos donde parece inclinarse ante la autoridad exterior.
ResponderEliminarPero si Kant quería conformar a las autoridades, no veo cómo pudo decir públicamente que había que obedecer a un gobierno revolucionario solamente porque estaba establecido. Me parece suicida: a las autoridades no les debe haber caído muy bien. Encima, la Metafísica de las Costumbres es su libro principal sobre política y derecho. Me parece que Los Fundamentos... es un libro sobre teoría moral y fundamentalmente individual. Creo que tiene razón en separar los tantos, en no moralizar la política. La moral prohíbe por supuesto el homicidio, pero, v.g., una cuestión política es cuándo ir a la guerra, que por supuesto involucra varios actos básicos muy parecidos a un homicidio.
ResponderEliminarAndrés, es cierto que Kant separa los tantos, la tiene clara. Pero además, yo creo que es un gran ironista (le ganó de mano a Sócrates incluso). Lo muestra, por ejemplo, en su "Conflicto de las facultades" donde parece halagar al gobierno y concederle la autoridad para determinar la verdad en las ciencias, y le da una vuelta donde esa afirmación se autoanula. Lo del gobierno revolucionario yo lo leo así: siguiendo a L. Strauss, los gobiernos autoritarios son torpes y leen con un solo ojo, de modo que la apuesta kantiana por la obediencia al gobernante es lo que el autoritario lee. Lo de revolucionario queda escotomizado, es irrelevante. Si el gobierno es revolucionario, lo importante es que está en el poder y, por ende, manda. Pasa -diría WB- de instituyente a instituido.
ResponderEliminarEse es el punto: al rey de Prusia dudo que le hubiese gustado que los revolucionarios dejen de ser instituyentes para convertirse en instituidos. El único instituido, por así decir, era él. Por otro lado, si Kant quiere rechaza "toda forma de obediencia a quien se quiera arrogar la personificación de la ley" no entiendo cómo articular esto con su teoría de la soberanía. Kant fue muchas cosas quizás, pero jamás un anarquista. Algo parecido había pasado con algunos anarquistas franceses de fines del siglo XIX que creían que Rousseau era "el padre del anarquismo", pero eso se debía sospecho a que habían leído el Segundo Discurso y no el Contrato Social. El que se queda con los Fundamentos... de Kant puede tener la misma impresión. De todos modos, aún más interesante es la discusión sobre el anarquismo, y no tanto sobre quién es o era anarquista.
ResponderEliminarDiana:
ResponderEliminarSí, me llamó la atención eso de "doctrina oficial de Kant". En lo demás, tienes "razón"en cuanto a la ubicación de los términos que utiliza cada autor, materia sobre la cual soy analfabeto.
Para los juristas nazis, Eichmann tendría razón, en el sentido de que el Führer era la ley, aunque en ese caso es imposible acudir a Kant para justificarse.