Nos parece que por estrictas razones de proporcionalidad no había alternativa. En efecto, si ése era el destino que le correspondía a Felisa Miceli, ¿qué deberían hacer con Amado Boudou los tribunales federales? ¿Mandarlo a la silla eléctrica? O peor aún, ¿forzarlo a ver la colección entera de 678 al menos desde que María Julia Oliván dejó el ciclo?
Pensándolo bien, quizás a Miceli le corresponda una pena ejemplar ya que se trata de un delito cometido por una funcionaria pública. O quizás no. Dejemos que la justicia actúe. Acerca del castigo de ver 678, entendemos que se trata sólo de una idea ya que el Código Penal no contiene esa pena, aún.
Aquí va entonces una modesta propuesta para instrumentar dicha pena, por supuesto, sólo en el caso de una eventual reforma que la contemple, y siempre y cuando a los tribunales les parezca que semejante castigo es acorde a las convenciones internacionales de derechos humanos.
La idea es que el condenado sea rehabilitado mediante la visión de 678 (nos parece que con la visión de un solo programa es suficiente, lo de la colección completa era un chiste). Dada la naturaleza de 678, da la impresión de que dicha visión deberá ser forzada, y de ahí la escena que subimos a continuación de "La Naranja Mecánica" de Kubrick. Es opcional para las autoridades agregar una música de trasfondo que fuera de especial agrado para el castigado a los efectos de realizar el contraste entre lo que valora el castigado y lo que debe mirar (si hay que elegir, ver preferentemente desde 1:28 hasta 1:55):
- ¡No! ¡No! ¡Párenlo! ¡Párenlo por favor! ¡Se los ruego! ¡Es un pecado! ¡Es un pecado! ¡Es un pecado!
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