«La causa victoriosa complació a los dioses, mas la vencida a Catón» (Lucano, Farsalia, I.128-9).
miércoles, 2 de mayo de 2012
Spot hecho en Malvinas para Londres 2012
Mejor que de las Malvinas se encargue el Ministerio de Relaciones Exteriores, no el Comité Olímpico Argentino. La cuestión de las Malvinas no es un deporte sino una delicada cuestión de derecho internacional
Nuestras disculpas por las molestas ocasionadas. Estos minutos nos permitieron inferir que la referencia a la novela de Austen sugiere que el spot apela a la sensibilidad de la audiencia. Ciertamente, y es por eso que no es apropiado. La mera asociación entre (a) la política y el derecho internacional y (b) el deporte, en este caso olímpico, es en sí misma inerte. Pero dado que la emplea el Estado nacional, podría prestarse a un malentendido y a que confundamos el reclamo por la soberanía con un deporte, aunque no en el sentido de que el deporte no es serio o importante, sino todo lo contrario. El malentendido es conceptualmente mayúsculo si tenemos en cuenta que los deportes son competencias genuinamente simétricas, mientras que el derecho internacional contiene ciertas reglas y principios asimétricos que en lugar de permitir que gane el mejor adjudican los casos según los derechos de las partes. Convendría dejar estas cuestiones en manos del Ministerio de Relaciones Exteriores, no del Comité Olímpico Argentino.
Sense and sensibility
ResponderEliminarNuestras disculpas por las molestas ocasionadas. Estos minutos nos permitieron inferir que la referencia a la novela de Austen sugiere que el spot apela a la sensibilidad de la audiencia. Ciertamente, y es por eso que no es apropiado. La mera asociación entre (a) la política y el derecho internacional y (b) el deporte, en este caso olímpico, es en sí misma inerte. Pero dado que la emplea el Estado nacional, podría prestarse a un malentendido y a que confundamos el reclamo por la soberanía con un deporte, aunque no en el sentido de que el deporte no es serio o importante, sino todo lo contrario. El malentendido es conceptualmente mayúsculo si tenemos en cuenta que los deportes son competencias genuinamente simétricas, mientras que el derecho internacional contiene ciertas reglas y principios asimétricos que en lugar de permitir que gane el mejor adjudican los casos según los derechos de las partes. Convendría dejar estas cuestiones en manos del Ministerio de Relaciones Exteriores, no del Comité Olímpico Argentino.
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