El Peligro de las Generalizaciones

Quizás, pensándolo bien, no fue tan traumática la experiencia de ayer. Ir a la ópera, a Bayreuth, a escuchar un festival entero de Wagner, eso sí que lo es (o para el caso, ir a La Plata a ver Tristán e Isolda, o al Colón por qué no). Es que sumado a nuestro escepticismo congénito está la irresistible tentación de generalizar. Se podría dividir al mundo entre aquellos a los que les gusta el Gallo Claudio y aquellos a los que no les gusta (generalización impecable pero inútil, lo cual es de dominio público). O como dice la dueña de casa en xl o lx remake de los hermanos Coen de "El Quinteto de la Muerte" (The Lady Killers), que a nuestro gusto es por lo menos comparable a la versión que protagoniza Alec Guinness--lo cual no suele suceder en lxs remakes hollywoodenses al menos--, citando a su difunto marido, "el mundo se divide entre los que tienen hemorroides y los que las van a tener". Esta última generalización, sin embargo, es apodíctica.